Capítulo 15

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Ahora Tami estaba en una de las tantas habitaciones que habían para pacientes en cuidados intensivos. Intentaron volver a hacer una cirugía para ella, pero como el tiempo les ganó, el daño no pudo ser curado.

Únicamente por el momento, Saori y Nagisa eran los únicos que iban a verla porque cada vez que iba Karma, se sentía muy triste y la culpa volvía a invadirlo. Así que solo iba cuando se sentía algo mejor.

Y continuaba soñando con su madre, todos los sueños eran perfectos. Tami, aceptando su relación con Nagisa, deseándoles lo mejor y siendo sumamente feliz por ambos.

—Karma, tengo buenas noticias —irrumpió en su actual habitación la castaña.

La alegría que emanaba fue tan contagiosa para él.

—¿Qué es, Saori?

—Tu mamá está un poco mejor, ya despertó ¡al fin! —gritó emocionada, resonando por todo el cuarto—. ¿Qué dices, vamos a verla?

—Sí —contestó levantándose de su cama y dejando a un lado el cómic que leía—, pero no quiero que vaya Nagisa.

Los gritos y alegría de Saori se fueron por haber oído eso.

—¿Eh, por qué no?

—No quiero que ella reaccione mal y eso pueda afectarla más.

La psicóloga no estaba de acuerdo con lo que decía. Además, sentía que Karma debía agradecerle mucho a Nagisa por haber ido en su lugar a ver a Tami, el estar tan preocupado y haberle dado su mayor apoyo. Pero no podía oponerse ante su decisión, además, no se sabía si Tami continuaría despierta.

Ambos salieron de la casa y caminaron hasta el hospital.

Ya allí, hablaron con el doctor a cargo del cuidado de la pelirroja y pidieron el permiso para poder entrar a verla.

Entraron, Saori iba adelante y sonrió muy alegre al ver los verdosos ojos de Tami luego de mucho tiempo. Karma cerró la puerta para mayor privacidad.

—¿Saori, Karma? —Se sentó en la camilla con algo de dificultad.

—Hola Tami, es un gusto verte una vez más ¿cómo te sientes?

—Bi-Bien —tomó aire, pero tosió un poco. Sus pulmones estaban fallando—. ¡Karma!, ven aquí —extendió sus brazos hacia el nombrado. Él, sin dudarlo se lanzó a brazos de su progenitora teniendo cuidado de no lastimarla.

Saori decidió salir para dejarlos solos. Era cierto que estaba allí para ver a su amiga, pero también para acompañar a Karma.

Tami estaba extrañada de que haya querido abrazarla. Hace tanto que no recibía una muestra de afecto por parte de su hijo. Ni cuenta se había dado de que este sollozaba en su pecho.

—¿Karma? No llores, to-todo está bien —No siguió su propio consejo. Su voz comenzaba a temblar, sentía aquel típico nudo en su garganta y los ojos húmedos.

Cuánto anhelaron volver a tener un momento como este.

—No te vayas, mamá —pedía entre fuertes sollozos, Karma.

—Siempre estaré contigo, mi niño —dejó de lado el odio, la ira y la competencia. Estaban pasando por momentos difíciles y no podían empeorarlo si continuaban discutiendo.

Aunque sí, para Karma fue duro dejar de lado el tema pero se trataba de la vida de su madre. La que prendía de un delgado hilo que en cualquier momento podía romperse.

A partir de ahora estaría solo para ella.

Tuvieron que terminar con su emotivo encuentro gracias a que un doctor entró al cuarto diciendo que el tiempo de visita había acabado. La pasaron tan bien que el tiempo fue paralizado para ambos, pero la cruel realidad los golpeó tan bajo.

—Adiós mamá. Sé fuerte, por favor —limpió las lágrimas que estaban en las mejillas de su madre y besó su frente. Salió de la habitación luego de haber sido despedido por ella.

—¿Karma, estás bien? —Se acercó Saori preocupada. El pelirrojo mantenía una expresión neutral pero ella con lo muy estudiosa que era, podía saber a través de su mirar su verdadero estado.

—No, no lo estoy —estalló en llanto. Saori rápidamente lo abrazó. Estuvieron así por un gran plazo de minutos para cuando Karma se sintió mejor, dejaron el hospital para volver a casa.

•••

—¿Y... qué tal estaba Tami-san? —cuestionó Hiromi y bebió un sorbo de su café.

Estaba en la sala platicando con Saori sobre el encuentro en el hospital con la pelirroja.

—Se veía desorientada. No parecía la misma que hace unas semanas, pero creo que todo es por el accidente. La gente cambia cuando está en tragedias, tan solo mira a Karma. No lo había visto así desde que lo separaron de Nagisa.

—¿Quieres decir que será como antes cuando se cure?

—No, no, por lo que veo valorará más a Karma, pero no sé si vaya a aceptar el amor que tiene hacia tu hijo.

—Es mejor estar esperanzadas.


Siete días más y tardo una semana en actualizar.

Ahora, ¿quieren que Tami muera o viva?

Y no, no lo digo porque quiera hacer lo que ustedes dicen. Ya tengo planeado el futuro de Tami. Simplemente quiero saber.

Eso sería todo y gracias por leer.

Mi madre ||KarmaGisa|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora