Capítulo 2

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Las clases ya habían terminado así que Karma y Nagisa estaban saliendo de la escuela.

—Adiós Nagi-chan —Se despidió tomándolo de la cadera haciéndolo sonrojar.

—Ba-Karma —Nagisa devolvió en insulto y rodeó el cuello del pelirrojo con sus manos.

—Te amo —juntó sus frentes y sus respiraciones estaban mezcladas.

—No tanto como yo a ti
Ba-Karma —bromeó una vez más y Karma hizo la distancia más corta haciendo que ambos terminaran en un beso del que jamás quisieran salir. Lo dieron por terminado cuando el aire era escaso.

Una pelirroja observaba escondida la escena entre su hijo y su amigo. Su rostro tenía una expresión sorprendida. Le daba asco ver eso.

—Adiós mi lindo Nagi —mencionó ya separado de él.

—¡Karma! —Ambos dirigieron su mirada al receptor del grito y no se encontraron con nada mas ni nada menos que con la madre de Karma.

—Ma-Mamá. ¿Qué haces aquí? —En ese momento rogaba por que no los hubiera visto en el acto del beso.

—Buenas tardes Tami-san —La saludó —como siempre amablemente— el peli-celeste haciendo una reverencia.

—Buenas tardes Nagisa-kun —Le dio una sonrisa falsa—. Y estoy aquí por que quise venir por ti —respondió a la pregunta anterior del pelirrojo—. Despídete de tu amigo, nos vamos —ordenó. Parecía molesta, ¿Por qué?

—Adiós Nagisa —Se despidió en modo de amistad.

—Adiós Karma y hasta luego Tami-san.

—Hasta luego Nagisa-kun.

Luego madre e hijo tomaron juntos camino a casa. Y esto era solo parte del consejo de Saori "pasar más tiempo con Karma", pero ya no era necesario. Había visto todo con sus propios ojos y sus dudas se respondieron. Odiaba saber que su hijo hacía parte de la homosexualidad.

•••

—¡¿Qué mierda estabas haciendo besándote con tu "amiguito"?!
—hizo comillas con sus dedos en esa palabra.

Apenas llegaron Tami azotó la puerta con fuerza y le gritó esas palabras a Karma.

Entonces sí los vio besándose.

El pelirrojo solo bajó la mirada sin pronunciar ni una palabra.

—¡Respóndeme! ¿Qué hacías besándote con ese mocoso? —exigió. Ahora si lo sacó de quicio.

—¡No es ningún mocoso, es mi novio y debes aceptarlo! —gritó muy fuerte en su rostro.

Karma subió a su cuarto y lo último que la madre de este pudo escuchar fue un fuerte portazo.

Tami estaba sorprendida.

Así que Nagisa sí era novio de Karma.

Tami entró a su habitación cerrando la puerta, se sentó sobre el lecho y empezó a pensar. No quería aceptar eso, aceptar que su hijo era homosexual. Lágrimas salieron de sus ojos y rompió lo primero que vio, no dejaría que su hijo siguiera en aquello.

•••

Por otro lado Karma estaba en su habitación con su rostro hundido en una almohada. ¡Genial! Uno de sus peores miedos se cumplió, su madre descubrió todo, su felicidad terminó.

Lágrimas caían sobre esa almohada y pequeños sollozos salían de sus labios.

¿Por qué le pasaba esto a él? Ni siquiera tenía ánimos para decirle a Nagisa e incluso tal vez esa hubiera sido la última vez que lo vería.

Escuchó su puerta ser tocada y dirigió su vista a ella.

—¡¿Qué quieres?! —gritó enojado.

—Déjame entrar Karma, necesitamos hablar —Su voz sonaba temblorosa.

—¡No, lárgate!

—Por favor, no te asustes no te haré nada —Rendido se dirigió a la puerta y la abrió, volvió a echarse a su lecho dándole la espalda a la mujer.

—Karma, ¿En serio eres homosexual? —preguntó sentándose a su lado.

—Si —respondió secamente.

—Querido, estás perdido y voy a sacarte de esto —dijo acariciando los cabellos rojos de su hijo.

Él no estaba perdido, ¿De qué debía sacarlo? Solo se quedó callado observando a la nada y con los pensamientos en blanco.

—Sabía que ese chico Nagisa no era bueno para ti, mira en el pecado que te ha metido.

—¡Cállate! —gritó aún dándole la espalda—. Yo me enamoré de él por cuenta propia —aclaró observándola —de reojo— con el ceño fruncido.

—Ajá, lo que tú digas —No le tomó importancia—. El fin de semana vamos con la psicóloga. —escuchó mal ¿o dijo psicóloga?

—¿Qué? —El pelirrojo ahora se sentó en el lecho.

—Sí y no quiero volverte a ver con esa escoria.

—¡Cállate! —le grito ahora levantándose de la cama—. ¡Nagisa no es ninguna escoria, aquí la una escoria eres tú! —Hizo sus manos puños. Si ella no fuera su madre ya la habría golpeado.

Tomó una chaqueta y salió corriendo de su habitación y luego de su casa sin ningún rumbo.

Su miedo se había hecho realidad y con ello vendrían muchos problemas. ¿Adónde iría? No tenía ni idea, ¿Qué haría? Tampoco sabía. Solo quería huir de ella.

•••

Se encontraba justo frente a la puerta de la vivienda de su novio. Tocó el timbre un par de veces y segundos después fue abierta.

—Oh, buenas noches Karma-kun. —saludó Hiromi desde la entrada.

—Buenas noches Hiromi-san, ¿Se encuentra Nagisa?

—Sí, está en su habitación ¿Quieres pasar? —cuestionó haciéndose a un lado. Karma asintió y entró a la vivienda para luego ir hacia la habitación del peli-celeste.

—Nagisa, soy yo. déjame entrar —pidió el pelirrojo dando leves golpes a la puerta que después fue abierta.

—¿Karma?

Mi madre ||KarmaGisa|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora