Capítulo 16

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Había tomado una decisión, una muy difícil para decir verdad. Pero no quería herir a nadie, lo había hecho sí y eso estaba por costarle la misma vida a esa persona y era su vida, tendría que poner su felicidad y la de alguien más en riesgo solo para hacer sentir bien a quien ahora estaba por caer a la muerte.

—Nagisa —le llamó temeroso y triste, cosa que no pasó de ser percibida por el mayor—. Tenemos que hablar.

—¿Pasa algo, Karma?

El pelirrojo se sentó a su lado buscando la manera de cruzar su mirada con cualquier otra cosa que no fueran los ojos de su novio. Tenía que decirlo si quería hacer feliz a su madre.

—Estoy muy mal por lo que está pasando mi mamá, no quiero hacerla sentir peor de lo que ya está y si son sus últimos momentos, quiero hacerla lo más feliz posible, dedicar todo mi tiempo a solo ella —uno de los tantos nudos que acostumbraba a sentir, se había instalado en su garganta.

—¿A-A qué quieres llegar? —interrogó con temor. La intriga causaba cientos de ideas en su cabeza.

—Lo siento, Nagisa pero por una vez voy a obedecer a mi madre, siguiendo una de las ordenes que me parecían incorrectas o tontas, pero lo haré porque ahora la aprecio a ella más que a nadie más —suspiró para no dar más rodeos y aclararlo todo de una vez—. Estoy rompiendo contigo.

Nagisa comparaba eso como si le hubieran arrojado un balde de agua muy fría. Inesperado y repentino. Sin mencionar lo mal que se sentía dejando a un lado esa parte comprensiva tan suya.

—¿Qué, estás rompiendo conmigo en serio? No puede ser así, Karma. Luchamos mucho por ambos —tomó la mano de Karma apretándola, representando que no quería que se fuera de su lado—. N-No Karma, por favor no —lo miró suplicante ahora con lágrimas saliendo de sus ojos.

Mirada que le rompió el corazón en más de dos partes a Karma.

—Yo... lo siento, Nagisa —contenía el llanto que también quería salir, pero su voz demostraba lo roto que estaba—. No quiero hacerlo, también te amo y mucho pero por ahora quiero estar para mi mamá.

—¿Y qué pasará con nosotros cuando ella se recupere?

—Nunca habrá un nosotros, Nagisa. Lo siento.

•••

—Mamá... —la nombró, aunque sabía que no obtendría una respuesta por parte de ella por el estado en el que se hallaba—. Rompí con Nagisa, e-espero que estés feliz, que estés orgullosa de mí y por favor, recuperate.

Pensar en toda la situación actual lo ponía terriblemente triste, peor de lo que estaba antes. Principalmente por dejar de lado la causa de su mayor felicidad por su madre.

Respecto a la salud de su madre, ella estaba igual a excepción de que ahora despertaba con más frecuencia. Lo máximo que permaneció inconsciente hasta ahora fueron cinco días.

Y ahora sin pensarlo estaba derramando lágrimas sobre el rostro de la pelirroja. Desahogando toda su ira, pero mayormente su tristeza y debilidad ante el caso. Su corazón estaba tan destrozado.

—¡¿Por qué tienes que estar a punto de irte?! ¡Mira lo que me haces, mira lo que nos haces! —e allí su odio, para después recordar nuevamente que todo era su culpa. Reprimiéndose más.
—¿Karma? —había abierto sus ojos por la incomodidad que sentía por las lágrimas de su hijo que habían caído a su rostro.

—Mamá... —ni se inmutó a saludarla o demostrarle afecto cuando —según él—  mayormente debía hacerlo.

—¿Qué pasa, estás mal? —cuestionó Tami luego de algunos minutos de silencio ya que acostumbraba a despertar siendo mimada por su hijo.

—Sí.., pero no importa. Estoy feliz porque estás mejor —decidió fingir. Como había dicho; dedicaría su vida a ella a partir de ahora.

Tami sonrió cálidamente por sentir los brazos de Karma rodearle.

—Gracias Karma, pero por favor dime qué te pasa. No me gusta verte triste y peor si es por mí.

—No, no importa eso ahora.

—Dímelo, por favor —exigió al borde de la intriga y desesperación. Sacudió un poco el cuerpo de su hijo. Ya se habían separado.

—Ah, terminé mi relación con Nagisa —confesó finalmente cubriendo sus ojos con una de sus manos para no ver cómo reaccionaría ella ante eso.

—¿Qué, ya no lo amas?

—No, claro que lo amo —sonrió enamorado sintiendo las ganas de llorar aproximarse—. Es solo que quiero hacer lo que tú me digas porque eres mi mamá y deseo verte feliz.

Tami admitía que se sentía feliz por haber conseguido por fin el resultado que quería desde un principio, pero ya que su relación había mejorado con su hijo después de mucho tiempo —comparado con lo que era hace no mucho—, no se sentía satisfecha.

Karma demostraba todo de sí para hacerla feliz ¿y ella qué? desde el comienzo solo anhelaba arrancar la felicidad de él para su propio beneficio. Qué confundida estaba.

Y ahora aceptaba que su actitud homofóbica no había sido la adecuada desde nunca. Su familia la había criado de la manera más estricta posible, junto a unos horribles regímenes religiosos que no la dejaban ni ver su programa de caricaturas favorito en la televisión.

—Karma, por favor, déjame sola.

—¿Eh? —apartó la mano de sus ojos.

—¡Déjame sola, por favor!

Karma frunció un poco su ceño por lo confundido que estaba y salió de la habitación acatando a la petición de su madre.

Tenía un gran lío hecho en su cabeza. Ideas chocando contra otras sin llegar a un punto claro.

¿Ver a su hijo siendo feliz en su vida pero sufriendo en el infierno o tener a su hijo sufriendo en la tierra y gozando en el cielo?

Tantas ideologías como esas —enseñadas por su familia—, no la dejaban pensar bien.





Ya lo sabían pero ya estamos por acabar esta historia :D (?)

Estoy acabando con mis fics KarmaGisa poquito a poquito djsjsas ¿qué voy a  hacer con mi vida después? :'v

Les agradezco su lectura ♥

Les diría que quedan tres capítulos aproximadamente para acabar esto o como mínimo dos, pero no puedo asegurarles nada.

Ahora sí, bai uwu

Mi madre ||KarmaGisa|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora