Sobre la ruptura y el tiempo de recuperación.

Día 5 después de la ruptura (7 de junio de 2017)

Es impresionante lo rápido que va todo, los chismes que llegan a mí sin pedirlos, y la rabia que cada día se acumula más. Es impresionante cuánto puedes cambiar tu forma de pensar por una pérdida, por estar roto. Cada día noto un vacío más grande, y no fue porque haya decidido irse, sino porque se llevó una parte de mí con ella. Suena cliché, pero es verdad. Admito estar asustada de no volver a encontrar un amor como este, y lo digo por mis sentimientos hacia ella, puesto que la relación nunca fue la más sana. He estado estancada durante días pensando en todo, y en verdad no logro encontrar solución alguna a lo que pienso y siento.

Confieso que ahora será incómodo escribir, puesto a que sé que ella lo lee, y como dije antes, duele saber que a pesar de esto, no me ha buscado. Finalmente, he roto mis expectativas de todos, así evitaré más desilusiones. También han aumentado mis problemas en casa y estabilidad conmigo misma, y me preocupa más el segundo, porque seré la única con quien pueda compartir cada momento, la única opinión que siempre valdrá más que las demás. Las migrañas han disminuido un poco, pero el dolor muscular va avanzando. Mis ganas de salir disminuyen, y mi desempeño académico va bajo cero. No entiendo cómo me afecta tanto, cómo ella puede estar tan viva, tan bien, y yo, tan jodida. Después de todo, si está como dice estarlo, feliz y libre, nunca amó ni un cuarto de lo que yo la amé. Y eso me tranquiliza, puesto que di mucho de mí. Agradezco no haberlo dado todo, porque ahora estaría más jodida. No ha habido mejoras, sólo tres personas me mantienen estable.

(Por cierto, si lees esto, gracias por la inspiración que me diste.)