Nunca quise ser la persona que soy ahora gracias al dolor, decepción y enojo que ella causó. Me negaba a mí misma, creía que nunca podría encontrar a alguien mejor. Pensé que no encontraría a alguien que me amara. Después me di cuenta de que estuve mal, que ella no me amó como yo pensaba. Mucho menos tanto como yo a ella. Rompió la confianza una y otra vez, engañándome día con día. Mintiendo siempre. ¿Por qué no la dejé desde la primera mentira? Porque wow, ella era mi todo. Ella era mi corazón y vida. Llegó un punto en el que pensé que no podría sobrevivir sin ella. ¿Por qué? Porque se volvió mi mundo. Hice todo lo que pude para tenerla feliz, al punto en el que le rogué que se quedara en mi vida, le rogué. Pero al final entendí que la amaba con todo mi ser. Pero ya era hora de liberarme.
Me rompió físicamente, mentalmente y emocionalmente; me hizo creer que cambiaría por mí, pero todo lo que veía eran palabras y no acciones. Ella no era una persona horrible, el problema fue que ella nunca supo como amarse a ella misma antes de amar a alguien más. Eso me arruinó. Ella estaba tan rota que decidió romperme y hacerme dependiente de ella. La confianza era tan mala que yo siempre dudaba si en verdad salía con sus amigos, y si no hablaba con nadie más. Hubo un punto en el que yo necesitaba ver sus mensajes porque no creía que sólo estuviera yo a su lado. Y no quiero volver a ser como fui y soy. Ella era tan tóxica, que me hizo igual. Mi enojo era tan grande que se comía lo bueno que había dentro de mí, siempre estaba enojada. Enojada con ella, conmigo misma y con el mundo.
Yo sólo quería que ella fuera honesta y leal, que hasta le rogué porque fuera así, porque cambiara. Y es ahí donde entré en razón; nadie le ruega a alguien por lealtad y honestidad. Hubo momentos en los que yo estuve demasiado mal, que lo único que quería era llorar y dormir. Caí en depresión. Bajé 6 kilos, mi ansiedad subió. Empecé a encontrar sólo defectos en mí, me distancié de muchas personas. Sé que no debí dejar que alguien tuviera tanto impacto en mi bienestar. Pero cuando amas, cuando amas realmente y con todo de ti, nunca sabes cuando parar.
Finalmente, he decidido dejarla atrás, alejarme de ella. Y he de decir que duele muchísimo porque pensé que habría un cambio en ella. Pero no cambió y no lo hará. Me siento más ligera, como si un peso gigante se hubiera ido de mí. No me preocupo por ella, mucho menos si tiene una relación o sigue soltera. Ahora ella será el problema de alguien más. Ahora sé que la gente no cambiará a menos que te amen y quieran hacerlo. Si no lo hacen, no te aman lo suficiente para hacer un cambio con ellos mismos. Y sé que la gente cambia, porque yo cambié con ella. Dejé que alguien me rompiera y se llevara todas mis ganas de amar, y todo eso a que nunca escuché los consejos de los demás; pero por supuesto, nadie escucha. Lamentablemente, sólo me queda mirar al frente y ser positiva, salir adelante. Me han contado que ella ya está en busca de una relación, y era obvio que ella se movería rápido porque no sabe como estar sola, y es triste porque eso la va a ahogar. Mi memoria la ahogará.
Aunque ella se arrepienta o no, ella me hizo algo que nunca olvidaré. Ahora sé que no debo dejar que nadie me trate como ella lo hizo, estoy empezando a valorarme y a darme cuenta de que merezco algo mejor. Me amo a mí misma, y me rehúso a dejar que alguien me vuelva a romper de esa manera.
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Sobre la ruptura y el tiempo de recuperación.
Novela JuvenilBasada en la ruptura que viví, inspirada en mi primer amor.