Fantasías con mi Tío

Capítulo 16

- no esta bien Sofía

- Steve, ¿quieres luchar por mi? Yo estoy dispuesta a luchar por ti, no me importa lo que venga

- no es lo mismo, soy tu tío, tus padres me pueden meter en la cárcel

- no lo volveré a preguntar, me iré y te daré dos días para que pienses bien las cosas Steve, estoy dispuesta a luchar por nuestro amor, solo necesito saber si lo estas, si en dos días no me buscas para darme tu contestación, lo tomaré como un no

- esta bien

- solo dos días -- me di la vuelta y salí de su apartamento.

Llegué a mi casa, me acosté en el sofá de la sala y prendí le TV. Mientras veía la TV no podía dejar de pensar en cual será la decisión de Steve ¿Acaso aceptará luchar por lo nuestro o se rendirá? Mis pensamientos fueron interrumpidos por mi celular, era Ian.

- ¿que haces?

- viendo TV, ¿y tú?

- acostado, Sofía... perdóname por lo que te dije cuando te lleve a tu casa

- tranquilo Ian

- no quiero que me dejes de hablar porque te estoy insistiendo, te prometo que trataré de evitar hacerlo, eres mi mejor amiga y no me veo sin tener tu amistad, ¿amigos?

- claro que si Ian

Terminé de hablar con Ian y seguí viendo la TV.

Steve:
No sabía que hacer, amaba a Sofía como nunca había amado a alguien, pero tenía mucho miedo. No quería que mi hermano me odiará por el resto de su vida, soy su hermano menor, su consentido, siempre ha estado al pendiente de mi. No le podía fallar de esa manera, ni a él ni a Susan.

Me senté en el sofá y me rasqué la cabeza. Estaba entre la espada y la pared, tenía que decidirme: la chica que amo o quedarme con mi familia, que en eso ella cae pero no en el sentido de ser felices juntos. No le quiero romper el corazón a Sofía, no más de lo que ya le he hecho. Ya no es la niña que conocía, la veía con otros ojos, desde el día que volví a verla en la casa, no la veía desde que era una niña y ahora tenía sus 16 años.

El timbre de mi apartamento sonó, me estuvo raro ya que no estaba esperando a nadie y Sofía se había ido. Me levanté y abrí la puerta, era Adriana.

- ¿que haces aquí? -- Adriana venía con comida en bolsas.

- ya que no fuimos a comer después de ver la peli pensé que lo mejor era que te traerá comida, ¿esta bien? -- sonrió.

- dale -- la ayudé con las bolsas y caminamos hasta la mesa del comedor, nos sentamos a comer y mientras platicábamos de todo un poco.

- Steve... nunca he escuchado en la empresa que tienes pareja, pero he escuchado rumores de que....

- ¿de que soy homosexual? No lo soy Adriana... me gustan las mujeres, pero mi corazón le pertenece a una que será difícil poder ser felices juntos

- ¿es casada?

- no, es soltera, y sé que su corazón me pertenece como el mío a ella, pero nunca podremos ser felices

- Steve.... ¿esa chica de la que hablas es tu sobrina Sofía? -- no sabía que decirle, ¿como sabía que estaba hablando de Sofía?

- ¿porque dices?

- porque cuando ella te vio en el cine se quedó impactada al igual que tu, y sentí un ambiente cargado y más cuando el chico la agarró por la cintura y le dio un beso en el cuello

- estás imaginando cosas Adriana – me puse nervioso, no podía dejar que Adriana supiera la verdad.

- Steve – colocó su mano sobre la mía – esos amores son imposibles, prohibidos por la sociedad, leyes y sobretodo la religión, Sofía es una menor de edad y es tu sobrina, hija de tu hermano de sangre, no creo que sea buena idea que estés enamorado de ella

- Adriana.... – lo mejor era que le dijera la verdad, necesitaba la opinión de alguien más – si, entre Sofía y yo sucedió algo que no debía... tuvimos sexo y luego de eso me sentí culpable y le dije que no me volviera a buscar, que eso no volvería a suceder porque somos familia, pero, debo de admitir que cuando la vi en el cine mis sentimientos hacia ella volvieron, y esta vez están más fuertes, no sé si luchar por nuestro amor o darme por vencido y perderla, aunque nunca sea feliz con alguien más

- Steve, eres un hombre guapísimo, tienes tu trabajo, tu propia casa, tu auto, eres excelente, mujeres tendrás de sobra, no creo que sea buena idea que decidas luchar por el amor de Sofía, vas a perderlo todo, me has contado que tu hermano es loco contigo, le romperías el corazón a tu hermano y traicionarías el honor de familia, perderías absolutamente todo en cuestión de segundos si te decides por luchar por Sofía, ella es una niña de 16 años, no sabe lo que quiere realmente, esta caprichosa contigo, está cumpliendo la fantasía que cualquier chica de su edad desearía tener, estar con su tío más joven y llenarse la boca de que está con alguien maduro, Steve, ¿estás seguro de querer luchar por ella? Cuando ella se cansé de ti, ¿que harás? Ya no tendrás a tu hermano ahí disponible para ti, estarás solo en la vida, ¿así quieres terminar?

Adriana tenía toda la razón, necesitaba pensar bien las cosas, no podía defraudar a mi hermano de tal manera, aunque ya lo hice cuando hice mía a Sofía. Dos días no eran lo suficiente para pensar bien las cosas, mi futuro y el de Sofía estaban puestos en mis manos. ¿Que es lo mejor para los dos?

Adriana se fue de mi departamento, ya era tarde y tenía que descansar para ir mañana a la empresa. Me senté en la cama y seguía pensando, no quería romperle el corazón a Sofía, la amaba demasiado, pero esto era un amor imposible! Jamás lograremos ser felices, nunca seremos aceptados por la sociedad ni por la familia ni por nadie, seremos el hablar de todo el mundo, no le quiero hacer esto a Sofía.

Sofía:
Le había dado dos días a Steve para que pensará y me diera su decisión, en parte estaba segura de que aceptaría, Steve estaba enamorado de mi al igual que yo de él, era hermoso, todo lo que había soñado, quería ser feliz con él, formar una familia, casarnos, viajar todo el mundo, conocer muchas cosas nuevas, en fin, quería una vida con él, algo que jamás había pensado.

Mi laptop comenzó a sonar, tenía una videollamada de Ian.

- ¿estás más tranquila?

- si, aquí pensando

- ¿en que?

- nada Ian, dentro de poco sabrás – me sonreí.

- Sofía, no quiero que nada cambie entre nosotros, no quiero que te enojes conmigo por como he sido en estos últimos días

- no te preocupes Ian, ya hablamos sobre eso

- es que es la verdad, me da miedo el hecho de pensar de que te puedes enojar conmigo y no volverme a hablar, eres mi mejor amiga, me moriría sino te tengo cerca

- me tendrás a tu lado hasta que seamos viejitos y no tengamos dientes

- ¿de verdad? Cuando sea viejo quiero ser de esos que aun conservan sus dientes verdaderos, no quiero ser un mellao'

- hahaha te debes de ver bien lindo sin dientes

- y tu te verías como una vaca, sin dientes y comiendo hierbas

- hahaha idiota

- es la verdad, me estabas relajando, pues tenía que defenderme

Estuvimos hablando un buen rato por la llamada, la verdad es que no me podía enojar con este chico, era el mejor amigo del mundo y jamás me perdonaría perderlo.