Llegamos al restaurante, no había comentado nada desde lo que había dicho Devora de que quería tener las cosas claras conmigo porque le gustaba. Si, quizás estaba actuando mal de mi parte por estar invitándola a salir y todo, pero es la única persona que consideraba una amiga desde mi accidente, además de que quería huirle a Sofía, pero algo muy dentro de mi quería estar con Sofía, ni yo mismo me entendía. Nos bajamos del auto y comenzamos a caminar hacia la entrada del restaurante, Devora estaba callada y su mirada parecía pérdida.
- mesa para dos – el mesero nos recibió y nos acomodó en una de las mesas que quedaba en la esquina.
- mi nombre es Ismael, seré su mesero esta noche, les dejaré el menú para que vayan pensando que desean, ¿desean ordenar algo para tomar primero?
- si, quiero una coca cola, ¿y tu Devora?
- una botella de agua
- enseguida se los traigo
- Devora, ¿te sientes bien?
- si, solo estoy un poco cansada, ya sabes, el trabajo – se puso un poco nerviosa.
- Devora... necesito hacerte una pregunta, hay algo que lleva rondando por mi cabeza desde que estábamos en el auto, ¿de verdad te gusto? – se quedó callada por varios segundos – no tienes que contestarlo, tranquila
- si Steve, me gustas, se supone que esto no pase, fuiste mi paciente y eso va en contra del código, puedo perder mi trabajo si algo pasará entre nosotros
- Devora – extendí mi mano y puse sobre la suya, haciendo que esta se pusiera más nerviosa de lo que estaba – eres muy hermosa, no lo puedo negar, pero, no sé si pueda corresponderte de la manera en la que esperas – me quedé callado y pude darme cuenta que Devora estaba al pendiente de cada una de mis palabras – desde que vine a vivir para la casa de mi hermano, mi vida cambió completamente y mucho más después del accidente, pasaron cosas que ni yo mismo entiendo como fui capaz de hacerlas
- ¿cosas como que?
- cosas que no debieron de suceder – fuimos interrumpidos por el mesero.
- aquí tienen sus bebidas, ¿están listos para ordenar?
- si, para mi una pechuga palmesana con mofongo, y para ella una pasta
- enseguida les traigo la comida
- nadie es perfecto Steve, todos cometemos errores en nuestras vidas pero de ellos aprendemos y maduramos como persona
- es que lo que hice no fue un error, sino que fue un horror
- ¿mataste a alguien?
- no
- ¿entonces? Eso es lo más malo que puedes hacer
- no lo entiendes Devora
- me gustaría entender para poder ayudarte Steve
- yo....
- ¿tu que? – mi celular comenzó a sonar, era Sofía.
- vuelvo enseguida, discúlpame – me levanté de la mesa y salí del restaurante para poder contestar la llamada.
- Steve – se escuchaba como si estuviera llorando y como si estuviera ¿borracha? – necesito verte, quiero hablar contigo
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Fantasías con mi Tío
RomanceTener deseos por alguien prohibido ¿Acaso se hará realidad o solo serán fantasías con mi tío?