Capítulo 14

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*2 Meses Después*

- Sofía, tu padre y yo estaremos fuera este fin de semana por cuestiones de trabajo, ¿te puedes quedar sola en la casa?

- si mamá, no hay problema, sabes que me porto bien, me quedaré todo el día en mi cuarto escuchando música y cualquier cosa pues me voy a dar una vuelta con Ian

- esta bien, te queremos mucho hija -- dijo mi madre, luego de esas palabras mi padre se paró detrás de mi madre

- tu madre tiene toda la razón -- se acercó a mi y me dio un fuerte abrazo -- perdoname Sofía, por haberme enojado contigo

- tranquilo papá, yo te perdono


Sofía:

 La verdad es que mi padre estaba molesto conmigo desde el día que se enteró que ya no era virgen y desde ese entonces no me hablaba. Pero esta mañana me había dado un abrazo y me había pedido disculpas. Ya habían pasado dos meses desde que Steve se había ido de la casa, dos meses en los que no sabía nada de él, no había querido ir a verlo y mucho menos hablar con él, pero por lo que tengo entendido le va super bien en la empresa, mi padre habla con él casi todos los días.

Acompañe a mis padres a la puerta para despedirme ya que se irían y no los vería por 3 días. Les di un abrazo y un beso y se fueron. Cerré la puerta de la casa y subí las escaleras para encerrarme en mi cuarto, pero antes de llegar a la puerta de mi cuarto, me detuve en la puerta del cuarto en el que se encontraba Steve. Abrí la puerta y entré, todavía el cuarto tenía su olor, aquel olor que me gustaba mucho. Suspiré profundo y me senté en la cama a observar el cuarto.

Mi celular comenzó a sonar, era Ian.

- hola Ian

- Sofía!!! ¿quieres ir a ver una peli hoy?

- no sé, mis padres no están en la casa

- eso no importa, ellos te dejan salir conmigo, anda di que si, la peli que quiero ver se ve buena

- esta bien, acepto Ian

- vale! paso por ti a las 6:00 en punto

- dale


Me fui para el cuarto y lo recogí un poco para matar el tiempo mientras se hacía la hora de ir a prepararme para ir al cine con Ian.


Steve:

Me iba muy bien en la empresa, ya llevaba dos meses trabajando y mis jefes estaban muy contentos con mi trabajo. Tenía todo lo que siempre había soñado, bueno, no todo, lo más que quería tener a mi lado en estos momentos no lo tenía, a Sofía. Ya llevaba dos meses sin verla ni hablar con ella, pero todos los días hablaba con mi hermano y le preguntaba por ella, al parecer estaba bien y le iba muy bien en la escuela, eso me alegraba.

Me encontraba en mi oficina buscando unos papeles importantes cuando tocaron la puerta.

- entra -- seguí buscando los papeles cuando Adriana entró a la oficina, una compañera de trabajo

- Steve, vengo a traerte unos papeles que el señor Monte-Sol me envío a entregarte

- gracias Adriana, eran los papeles que estaba buscando -- los tome y ella sonrió

- estaba pensando, no sé, que sería buena idea si hoy salimos a dar una vuelta, a  despejar la mente un poco ¿que opinas?

- no puedo Adriana, tengo muchas cosas que hacer -- la sentí un poco triste por lo que me sentí mal -- pero puedo hacer una excepción ¿a dónde te gustaría ir?

- no sé, a comer, a ver una peli o a dar una vuelta

- mmm.... pues no sé, paso por ti a las 6:30 ¿esta bien?

- perfecto, nos vemos luego -- se fue de la oficina feliz


La verdad es que Adriana era una excelente mujer, era trabajadora, responsable, cariñosa y era muy hermosa, pero Sofía le ganaba. No podia sacarme de mi mente a mi sobrina, noche y día pienso en ella y no puedo ser feliz. Sabía que Adriana estaba pendiente a mi porque así lo podia sentir, pero la verdad es que no la quiero lástimar, ella no se merece eso.

Llegué a mi apartamento, fui al cuarto y me quité la camisa, miré la cama y me acordé del día que tuve sexo con Sofía. Busqué mi celular y busqué el número de Sofía pero no me atrevía llamarla, ella me debe de seguir odiando.


Sofía:

Ya estaba lista para ir al cine con Ian. Me había puesto un traje rosado, tenia un maquillaje leve y llevaba el cabello suelto. Busqué mi celular y mis cosas para ir bajando a esperar a Ian. Le escribí a mis padres para dejarles saber que saldría con Ian a dar una vuelta. Me senté en la sala y me pusé a mirar el cel.

- cuanto daría por escuchar tu voz Steve

Si, lamentablemente no me podia olvidar de Steve, era como algo imposible para mi, por más que lo intentaba era inútil. En ese mismo instante sentí la bocina del auto de Ian, salí y cerré la casa y me fui con Ian a ver la peli.


¿Acaso Steve llegará al mismo lugar que Sofía? ¿Se volverán a ver después de dos meses?



Fantasías con mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora