Capítulo 3

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Me levante de la cama y me fui directamente para el baño, me cepille los dientes y me heche agua en la cara, al mirarme en el espejo me comencé a reír como una tonta.


Sofía ¿soñaste con tu tío? no puede ser


Me quite la ropa y me entre a la ducha a ver si se me quitaba esas imagenes de mi mente.


Terminé de bañarme, al mirar el reloj me di cuenta que ya eran las 7:40 am lo que significaba que ya iba tarde para el colegio, salí corriendo de la ducha, me vestí y iba a bajar las escaleras para buscar las llaves de mi carro para irme, pero antes de bajar me di cuenta que Steve ya estaba despierto porque la puerta de su cuarto estaba abierta, así que decidí a darle los buenos días, me asomé por la puerta y lo que estaba viendo no lo podía creer, mi tío estaba de espalda sin ropa, me quede perpleja, no sabía si irme y no decir nada o decir algo para que se diera cuenta de mi presencia, tragué saliva y me digne a hablar.


- buenos días tío


Se tapo y se volteo y se sonrió.


- buenos días Sofía, no sabía que estabas ahí, ¿hace rato que estas ahí parada?


- no, hace unos pares de segundos


- perdoname por lo que viste, no debí haber dejado la puerta abierta


- no te preocupes tío, no hay ningún problema - si fue anoche y tuve un sueño mojado y no lo había visto desnudo no me quiero imaginar lo que sucederá esta noche


- si tu lo dices, ¿vas para el cole?


- si, que por cierto ya voy tarde, hablamos luego


- suave por ahí linda, que te vaya bien, aa y no me digas tío, dime Steve


- gracias, y entendido


Me voltee pero pude sentir como una mirada encima de mi, no me quise voltear así que seguí caminando pero esta vez lo hice coquetamente.



Steve:


Ya había pasado una noche en casa de mi hermano, al llegar me sorprendí al ver a mi sobrina, a la pequeña Sofía, que por cierto ya no tenía nada pequeño, era hermosa, su cabello rubio, sus ojos azules como el cielo y su piel perlada, era perfectamente hermosa. Pude ver en sus ojos algo que nunca antes había visto en una mirada, sentí muchas cosas al verla, algo que no podía controlar, pase toda la cena con mi mirada en ella, pero me di cuenta que ella también tenía su mirada puesta en mi, algo que me gustó y bastante.


Mi hermano le dijo que me llevará hasta mi habitación y me diera unas toallas, la pude sentir nerviosa, su respiración estaba un poco acelerada, no dije nada para que no se sintiera mas nerviosa ni pensará nada malo de mi, le pedí que no me llamará tío sino que me llamara por mi nombre, Steve.

Fantasías con mi TíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora