Wild

Capitulo 13

Camila esta feliz en su despacho, una semana más había pasado, el único problema, Bradley Simpson detrás de Lauren, el chico se lo confesó, y es algo que molesto mucho a la morena, se había enterado de su salida al restaurante bar, en realidad los siguió, sabía que podía confiar en Lauren, pero había después de todo, algo que la hacía dudar de el, Brad siempre ha tenido problemas en el trabajo, es buen jefe de equipo, pero sabe que muchos de los chicos que piden la renuncia, es por el.

Por eso la morena quería aclaran unas cosas con la ojiverde, y las van a aclarar mas que bien.

...

Un día más, pensó la ojiverde al terminar su trabajo en la empresa, para luego tomar sus cosas y salir de ahí.

X: Señorita Jauregui.

La ojiverde dio media vuelta cuando termino de cerrar su oficina, noto un tanto de molestia en sus voz y mirada.

Lauren: ¿Puedo ayudarla en algo señora Cabello?

Camila: Necesito que venga a mi oficina, se que es su hora de salida, pero será algo rápido.

La ojiverde volteó para ambos lados, varias personas les estaban poniendo atención, así que, trató de normalizar su respiración y verse más segura de sí misma.

Lauren: No hay problema señora Cabello.

Camila: Ustedes...- Volteó a ambos lados.- ¿No deberían estar trabajando?

Y todos los chicos se comenzaron a mover, algunos a sus puestos en la misma planta, unos pedían el ascensor y otros bajaron por las escaldaras.

Lauren camino hasta Camila, quien abrió la puerta de su oficina para que la ojiverde entrara, la dejo pasar y luego entro ella para cerrar con pestillo la puerta.

Camila: Ve hasta el escritorio, quiero que tus manos están bien posicionadas, como tú dándome la espalda.

Lauren llego hasta el escritorio, colocó sus manos al frente agarrando se con firmeza del escritorio, sintió la presencia de Camila detrás de ella y su mas que dura erección entre sus nalgas. Las manos de la morena, tomaron de la cintura a la ojiverde, la acaricio y fue subiendo hasta sus pechos, que, por llevar vestido, no utilizó brassier, dejando notar sus duros pezones al tacto de Camila.

Camila: No te quiero cerca de el.

Lauren: Es solo un compañero.

Camila: No me importa Lauren, el necesita saber que esta mujer.- Tomo todo su cabello con su mano derecha para acercarla un poco a su rostro.- Es mía... que solo yo la puedo tocar y llenarla.- La soltó y dio una rápida nalgada.

Lauren se movió un poco, sin dejar de sostenerse en el escritorio, sintió de nuevo ambas manos de Camila en su cuerpo, pero esta vez en sus muslos. Los fue acariciando hasta meter sus manos debajo de la falda y notar la falta de bragas de la ojiverde.

Camila: No llevas bragas.

Lauren: Me has dicho que no quieres que las use cuando tenga puesto un vestido o falda.

Camila: Eres una buena chica Lauren.- Y le dio una nalgada.

Rápidamente levanto un poco el vestido, viendo más de la piel blanca de la ojiverde y su bello culo.

Camila: Quiero que te quedes callada.

Y sin mas, bajo sus pantalón con todo y bóxer, liberando su erecto pene, posicionándolo en la entrada de Lauren y entrando de una sola embestida.

Lauren: ¡Ah!.- Camila le dio una nalgada.

Camila: Cállate.- Y volvió a embestirla duramente.

Y así fue como todo comenzó, Camila entraba y salía de Lauren rápido y duramente, golpeando de vez en cuando en alguna de sus nalgas, disfrutando de la maravilla del húmedo sexo de Lauren alrededor de su pene.

Lauren se mordía el labio inferior para no soltar uno tras otro, los gemidos que Camila le provocaba, es tan masoquista que disfrutara de aquel placer sin una gota de cariño, pero su cuerpo siempre reaccionaba de esa manera con Camila Cabello, reacciona a esos ojos marrones penetrantes, llenos de lujuria y deseo al verla, cuando le hablaba, la tocaba o solo calentaba, aunque Lauren no quiera admitirlo, Camila provocaba muchas cosas en su cuerpo, pero hace años provocaba muchas cosas en su corazón.

Camila seguía entrando y saliendo de la misma manera, el escritorio se movía un poco, pero la morena no quería frenar su ritmo.

Lauren: Camila...- Las paredes vaginales de Lauren se contraían y apretaban mas el duro pene de Camila.

La ojiverde comenzó a arquear su espalda sin soltarse del escritorio, sintiendo más profundas las penetraciones de Camila.

Camila: Déjalo salir Lauren, córrete... quiero oírte decir mi nombre.

Y Lauren se corrió en un grito solo audible para su amante, sintiendo un alivio completo en su cuerpo, para luego sentir la gran cantidad de esperma de Camila dentro de ella.