6. Tiffany

505 31 5
                                    

Capítulo 6

- ¿Me puede repetir el menú de postres, porfavor?

- ¡Ya te lo repetí como 10 veces, Spinelli!

Reí ante el comentario de TJ, me encanta fastidiarlo.

Solté una carcajada, - Lo sé, lo sé, no puedo evitarlo, te ves tan adorable en ese traje de mesero - Recargué mi mandíbula sobre la palma de mi mano.

- Aja sí, supongamos - Dijo con sarcasmo mientras recogía un par de tazas de café que se encontraba sobre la mesa. - Ya déjame trabajar, shh - Me golpeó suavemente en la frente.

Era sábado en la mañana, TJ trabajaba a ésta hora todos los sábados, pues de noche cerraban la cafetería porque no tenían mucha clientela, las personas preferían ir a un bar a embriagarse hasta el alma, maldita gente alcohólica.

Bueno no soy quien para decirlo, ya había estado ebria un par de veces y no me había ido muy bien que digamos.

Estúpido alcohol.

La fiesta de Halloween estaba cerca y los preparativos en el colegio no se quedaban atrás, calaveras, telarañas y calabazas eran solo algunos de los decorativos que se encontraban colgados en aquel gimnasio para darle un toque de terror.

¿De qué iría disfrazada? Esa era la gran pregunta.

Quería algo original, algo terrorífico, no solo un simple vampiro o algo parecido. Sabía que todos iban a llevar los típicos trajes de Halloween, zombies, brujas, momias, vampiros pero yo ya me había disfrazado de todo eso antes.

¿La Reina del Disfraz? Ninguna Reina mierda, jódanse.

- ¿Spinelli? - Escuché la voz de TJ detrás.

- ¿Eh?

- ¿En que piensas? Llevo llamándote un largo tiempo, niña. Ya terminó mi turno, ¿nos vamos?

- ¿Tan rápido? - Miré a mi alrededor.

- Pues si wey no mames - Soltó una pequeña risa.

- No me vengas con tus estupideces Deetweiler.

- Bueno, entonces yo y mis estupideces nos vamos y verás quien te lleva al centro ahora.

- ¡No, no, no! - Me levanté agarrándolo de la chaqueta.

- Tonta - Sonrió sacándome la lengua y dirigiéndose hacia la puerta.

¿Lo golpeo o no?

Volteó mirándome de reojo - ¿Qué esperas? ¿Una invitación?

- No, espero el momento perfecto para arrancarte la tráquea - Fruncí el ceño lanzándole una mirada asesina.

- Ok... - Suavizó su rostro - A veces das miedo

- Es un don - Me encogí de hombros caminando hacia la puerta.

- Aja sí, para mí que algún día terminarás asesinando a alguien, Spinelli.

- Y si continuas diciendo eso, ese "alguien" serás tú.

- No puedes asesinarme, soy tu mejor amigo - Caminamos hacia su auto.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- Porque te conozco, no eres capaz de asesinar a una persona que aprecias mucho, a menos que seas una yandere.

Es Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora