Es Mío

4. ¿Qué sucedió contigo?

Capítulo 4

Bajé corriendo las escaleras silenciosamente, no quería despertar a mi padres o algo por el estilo, estaba en medias por lo que me facilitaban el no hacer ruido.

Llegué a la entrada principal y abrí la puerta de golpe.

-Spine...¡Wow! ¿¡Qué hac..?! ¡Wa!- Lo interrumpí jalándole de la muñeca para que entrara de una vez ya que afuera estaba lloviendo muy fuerte.

-Shhh...vamos...- Susurré aún agarrándo su muñeca.

Subimos rápido a mi habitación, entramos y cerré la puerta lentamente para evitar ruido alguno. Respiré agitada al apoyar mi espalda contra la puerta pues mi cerebro recién estaba procesando lo que había ocurrido.

Todo estaba oscuro y solo podía ver la silueta de TJ sentada en mi cama con la cabeza abajo, me dirijí hacia él y me senté a su lado.

-Está muy oscuro, ¿Dónde está la luz cuando uno la necesita?- Me preguntaba a mi misma buscando el interructor de la lámpara al lado de mi mesa de noche.

-Aquí estás- Sonreí pero fue algo estúpido porque estabamos a oscuras.

-No...no enciendas eso- TJ me detuvo de la muñeca.

-Muy tarde- Dije seriamente apretanto el botón del interructor e iluminando un poco mi habitación.

Maldición...

TJ tenía toda la cara golpeada, su ojo derecho estaba morado y salía sangre seca de su orificio nasal, además no traía su gorra roja, su cabello castaño estaba desordenado y solo llevaba la camisa blanca sin la chaqueta.

-Viejo...¿Qué te sucedió?- Acerqué mi rostro al de él para poder observarlo más de cerca.

Él solo miró hacia otro lado frunciendo el ceño.

Suspiré levantándome, abrí un cajón cerca de mi cómoda y saqué una botella de alcohol junto con un paquete de algodón, luego me senté de nuevo frente a él.

Agarré un pedazo de algodón y le heché alcohol encima, vamos su cara estaba hecha pedazos pero él solo ignoraba lo ocurrido, de cierto modo lo hacía ver atractivo cuando se ponía de ese modo.

Comenzé a frotar el algodón por encima de su ojo, quitándole la sangre de encima y desinfectando las heridas abiertas.

¿Qué le pudo haber pasado?...
¿Le habrían robado?
¿Por eso no me contestó el mensaje?...

-Fue mi padrastro...- Añadió interrumpiendo mis pensamientos.

-Llegué tarde a casa del trabajo, él estaba ebrio y me gritaba insultándome como siempre...- Narró en tono sarcástico.

Seguí curándo sus heridas mientras lo escuchaba con atención , bajé hasta su nariz para limpiar la sangre restante sin decir nada.

-...Yo lo ignoré, no fue la mejor elección...- Bajó la mirada suspirando.

-TJ...- Me detuve por un momento.

-...Me empujó contra la pared y me golpeó en la cara, yo intenté defenderme pero el tipo era increíblemente grande, a penas le dejé rasguños. Luego...agarró una botella- Escuché como se le quebró la voz.

-É-Él..él- Me miró fijamente y comenzó a lagrimear -¡Él me rompió la botella en la cabeza!- Se soltó tanto, dejando caer en un mar de llanto sobre mí

TJ...
N-Nunca lo había visto así...

-¡Y él seguía golpeándome! ¡Una y otra y otra vez! ¡Podía ver mi sangre caer por mi nariz!-