Es Mío

13. Conciencia

Capítulo 13

—No, otra vez— ordenó TJ algo frustrado, sentado en la silla principal del público.

Fruncí el ceño, —Ya es como la décima vez que repetimos ésto.

—Pues sí, sí porque es la décima vez que lo haces mal, Spinelli.

—¡Ash, es solo un baile!— exclamé  al acercarme al filo del escenario, enfrentando al castaño.

—¿Y qué con eso?— preguntó imitando la misma acción, —Así sea "solo un baile" es parte de la obra. No porque sea menos importante lo vas a hacer mal— me miró frunciendo el ceño, —Así que regresa allá, dale la maldita mano a Alex y apréndete ésos pasos.

Demonios.., éso dolió.

Lo miré con un gesto amargo, él jamás me había tratado así, éso era algo nuevo en su carácter. No lo culpo, ser el director de una obra debe ser agotador, quién sabe.

Él tenía razón, el baile era tan importante como todas las demás escenas, debía dar mi mejor esfuerzo.

—Lo harás genial— susurró el pelirrojo mientras agarraba mi mano y cintura con delicadeza, tomando posición para bailar.

Me mordí el labio inferior algo nerviosa, —Ésto va a ser una tortura.

—No seas exagerada, sólo sígueme— sonrió y comenzó a caminar.

Uno, dos, tres.., cinco, seis, siete..
Uno, dos,tres.., cinco, seis, siete..

—Éso..— susurró el pelirrojo, —.. lo estás haciendo bien.

—Shhh, ¡cállate no me distraigas!

Un, dos, tres.., tres, siete...
Uno, uno, cuatro, ..

¡Muchos pasos!

Siete.., uno, dos.., cinco..
Ya valí.

—Espera, espera, Spinelli— susurró denuevo al tratar de parar.

Yo seguí bailando, —U-Uno, tres, dos.., c-cinco, siet-te.

—¡Au, mierda!— me soltó el pelirrojo de golpe para después sobarse la rodilla derecha por el golpe.

Me tensé, —Lo siento, lo siento.

—Tranquila, pastelito. Lo hiciste mejor que, agh..—se quejó—...mejor que antes.

Giré sobre mis talones para mirar a TJ, él tenía una expresión seria pero sin importancia alguna.

TJ suspiró frustrado, —Solo.. vayan a almorzar..,¿quieren?, los veo después.

Se levantó, caminó hacia la salida y se fue.

Sin nada más que decir.

Alex y yo intercambiamos miradas, algo incómodos, él decidió hablar primero: —¿Vamos a almorzar?

Negué con la cabeza, —Vé tú, tengo que ensayar ésto, te alcanzo después.

—Entonces yo te ayudo, no te voy a dejar sola.

—No, enserio, vé tranquilo, tú no tienes la culpa, yo.. debo quedarme aquí ensayando.

Se acercó a mí, —¿Estás segura?

—Absolutamente— afirmé segura mientras asentía con la cabeza, —Nos vemos.

—Nos vemos, pastelito.

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2:43 pm

Ésto es imposible.