Es Mío

9. Fríaldad

Capítulo 9

Juraría que lo que ví ésa noche fue asqueroso, nunca se me borrará ésa imagen de mi mente, nunca. ¿Por qué a mí? ¿por qué justo yo? ¡No tienes a otra persona para joder, vida!

Vamos Spinelli, respira ...

Salí del insituto con lágrimas en los ojos, todo ésa noche se había arruinado, primero TJ se embriaga con Alice, luego se larga con ella y finalmente se la coge — oye que lindo, Deetweiler— él sabía perfectamente cuanto odiaba a esa peliroja, ¿qué fue lo mejor que pudo hacer? ¡Cogérsela!

Pero no, yo ya no iba a aguantar más, si TJ quiere irse con ésa tipa, ¡qué se largue! Al fin y al cabo sólo soy su mejor amiga, ¿verdad?

— ¿Spinelli? ...

Alzé mi vista y me dí cuenta que Alex estaba frente a mí, abrí mis ojos como platos dejando caer aún más las lágrimas que yacían en mis pómulos. Rápidamente me fregué la cara limpiando mis lágrimas para evitar que él me viera así.

No pueden verme llorar, claro que no.

— Am ... — aclaré mi garganta— ... aquí estás idiota— afirmé mirándolo directo a los ojos.

— ¿Qué sucedió, pastelito?— preguntó el tipo con preocupación.

— No ... nada, ¿por qué?

— Estabas llorando— frunció el ceño.

— Claro que no— mentí rodando los ojos.

— Spinelli— sonó serio— ¿qué sucedió?— preguntó una vez más.

— ¡Nada!— grité mientras mantenía mi ceño fruncido — Ya lárgate, ¿no tienes nada mejor que hacer?

— Fue TJ, ¿verdad?— preguntó el pelirojo apretando su mandíbula.

No dije nada ...
Me quedé en silencio ...
No quería abrir mi boca ...

Alex frunció el ceño, sus ojos grises se encontraron con los míos dándome una sensación de que algo no estaba bien — ¿Qué te hizo?— preguntó el pelirojo inmediatamente.

— Ya te dije que nada, bastardo ... — fruncí el ceño evitando mirarlo porque sabía que en cualquier momento me quebraría.

El pelirojo soltó un suspiro, seguido de una mirada sincera de preocupación — Porfavor, Spinelli ... — hizo una pausa para agarrar mi mentón, obligándome a verlo — ... no quiero verte así, ¿qué sucedió?

No llores Spinelli, no llores ...
No en frente de él ...
Vamos, porfavor ...

— Y-Yo ... — traté de hablar — ... é-él ... estaba ... — comenzé a sollozar— e-esta ... ba ...— cerré los ojos.

Y me derrumbé.

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Alex Willow

Lágrima tras lágrima ...

Éso era lo que estaba prescenciando ése momento, un cuerpo frágil que había sido quebrado, un corazón.

La niña ruda que había estado conmigo desapareció por completo, se transformó en una niña sensible y destrozada, todo por culpa de un maldito idiota.

Y creí que yo sería el primero en dañarla ...

Pero no fue así.

Fui el primero en consolarla ...