Fuego Prohibido

Nudo Doble

Vuelvo tan rápido como puedo al sitio donde Amy había sido impactada por la bala. Al llegar, no pude evitar que unas lágrimas se asomaran a través de mis ojos y también me fue imposible no sentir una mezcla de rabia, preocupación pero al mismo tiempo satisfacción; pues sabía lo que le esperaba a Dante. Finalmente vería al "Señor Hughes" recibiendo la lección que yo habría podido darle hace mucho tiempo.

Dos paramédicos llevaron a Amy a un centro especializado para poder tratar el impacto. Un subidón de adrenalina me obligó a luchar por intentar subirme en la ambulancia para poder quedarme al lado de la dulce chica; sin embargo fracasé en el intento. Fui con mis compañeros de juego al hospital, para recibir un poco más de información.

-No saben la gravedad de la herida, Peter -dice Jayden preocupado.

-Igualmente podemos acompañarte, al fin y al cabo somos un equipo ¿no? -exclamó Timothy emocionado, y casi sin notar la tensión del momento-. Oh, lo siento. Solo te queremos apoyar, cuenta con nosotros.

Asentí. Creo que en momentos como este, la compañía de ellos es lo único que tengo. Le envié un texto a Morgan y Thomas, para que se enteraran de la situación y pudiesen llegar al centro hospitalario de la universidad. Subimos todos a nuestros autos para perseguir a la patrulla a lo largo del campus de Kingsley University. Bajaron la camilla de la ambulancia y aunque la situación era alarmante, tuve que parar un momento para admirar el sitio entero. Hasta el hospital de la universidad era grandioso, tan solo el exterior era ostentoso y al parecer estaba lleno de artefactos de la mejor calidad, obviamente para brindarle la mejor experiencia a aquellos que tienen la medicina por vocación.

Me pregunté lo que hubiese sido tener una vida como médico; tener que llegar a un consultorio completamente blanco a escuchar a miles de personas quejándose de simples dolores de cabeza o alguna enfermedad que acabaría con su vida. Definitivamente no hubiese preferido esa vida a la que llevo ahora. Seré un abogado. Es lo que escogí, para cumplir el sueño de mi padre. Esta es mi vida actual, y ya no hay marcha atrás.

Volví a la situación, luego de unas palmadas llenas de fuerza bruta de Mason, quien con algo de preocupación me dijo:

-No te duermas ahora Peter. Vamos a acompañar a Amy.

Morgan y Thomas llegaron. Hablé con ellos hasta que vi a los paramédicos bajando la camilla de la ambulancia. Corrí para estar junto a la adorable chica, quien cada vez me preocupaba más, pues aún seguía inconsciente. No podía pensar en otra cosa salvo que ella estaba en esa situación por mi culpa, después de todo me quería hacer sentir mejor.

Mi "equipo" y yo, caminamos junto a la camilla y los encargados de llevarla al sitio especializado; la acompañamos hasta el lugar permitido por cuestiones de seguridad y tranquilidad para los acompañantes. El interior del hospital era mejor de lo que imaginaba, pues no era muy similar a un hospital cualquiera, en este había algunas paredes azules, otras verdes; definitivamente este hospital tenía vida gracias a la riqueza de colores, pero sin perder el toque del estilo y del diseño de Kingsley University. Puertas grandes, ventanales estupendos y mucha ornamentación en oro.

Las horas pasaban, muchos doctores salían a dar noticias a las personas que estaban allí, para algunos favorables y para otros terribles, pero nosotros no recibíamos noticia alguna de Amy. La ansiedad me hacía mover una pierna descontroladamente y mis uñas ya casi no existían. Finalmente luego de 5 horas y una cantidad desmesurada de cafeína, salió un doctor preguntando por los acompañantes de Amy Harford. Corrí a recibir las noticias del aquel hombre. Morgan y Thomas se quedaron a mi lado.

- ¿Usted es familiar de la paciente? -preguntó el doctor.

-No, soy su amigo. Estuve con ella en el momento del accidente -respondí esperando que sirviera de algo, para poder recibir el diagnóstico de Amy.