Conteo: Día 1.

229 37 2
                                    

Zoro.

Quise golpear a Mihawk, juró que quise hacerlo pero me limité a cerrar los puños hasta sentir que se me adormecían lo suficiente como para distraerme de las miradas incomodas en la mesa y la dolida que me estaba dedicando Sanji, quizás era cierto, pero no era de esa manera.

Si lo decimos de esa forma parece que soy un monstruo. 

-El coliseo del bajo mundo.- susurré antes de aclarar mi garganta, Zoro no tiembla maldita sea, se el jodido hombre que dices ser Zoro.- Estuve ahí unos años. 

El aire se sintió tenso unos segundos, después ya era asfixiante, todos desviaron la mirada, no había sido el único que estuvo ahí, Luffy estuvo un corto período pero no el suficiente para ver lo que realmente pasaba en ese lugar, de todas las personas que había conocido en ese lugar sólo dos seguíamos con vida, Sabo y yo fuimos los sobrevivientes de esa masacre, masacre que nosotros mismos provocamos. 

-Comienza a hablar.- Dijo Sanji hablando entre dientes, ni siquiera entendía porque estaba enojado pero me resigne, no era secreto lo que había hecho. 

-Cuando la muerte de Tashigi me golpeó de lleno y no tuve al abuelo para mantenerme fuerte me derrumbe de forma miserable.- Recordé aquellas épocas en las que me la pasaba bebiendo de bar en bar, no salía mucho de mi cuarto y cuando salía era para pelearme en algún lugar de mala muerte o embriagarme hasta la inconsciencia, esa imagen me devolvía la mirada retorcida cada que me miraba en el espejo, ahora al recordarlo me doy asco.- Así que cuando unos tipos nos amenazaron con atacar a toda la familia si no participábamos en la nueva pelea del coliseo no me molestó ser quién participaría, estuve ahí casi tres años, Luffy no me dejo ir sólo así que el estuvo un par de meses conmigo, pero al ser el jefe de la familia él debía volver; negociamos para que Luffy pudiera salir aún en contra de su voluntad. Lo que vi e hice en ese lugar se asemeja mucho a lo que sea que hayas tenido que pasar, pero yo sí tuve que llegar un escalón arriba.- Sanji tenía las manos apretadas contra la mesa, lograba ver el dolor surcando los mares de sus ojos y por alguna razón quería ponerme a reír como un maldito demente, sí, quizás lo estaba, quizás yo estaba demente.- Era mi cabeza o la suya, nunca levante mi arma contra alguien que no me hubiera atacado antes, esa era mi única regla, no ataques a inocentes.- Mihawk me miraba de la misma forma en que lo hizo cuando regrese, él siempre había dicho que yo era un simple niño orgulloso, hasta el día en que volví.- Aún cuando no lo hacía yo, lo hacía alguien más, pero no podía hacer nada. Si la pregunta es si sé matar, sí, sé hacerlo, si la pregunta es si lo volveré a hacer para proteger a los míos, sí, lo haré, pero si me preguntas si disfruto de ver la sangre corriendo por mis manos tendré que negarlo, porque sé lo desagradable que es.

El silencio reino en la habitación, no me sentía mal pero siempre había sido desagradable recordar esos detalles de mi vida, durante muchos años las pesadillas me acompañaron por las noches y ahora estaba casi seguro de que volverían, sólo esperaba... no tener la necesidad de volver mis pesadillas realidad.

-------------------

-Sanji.

Fueron las circunstancias. 

Me repetía eso mentalmente una y otra vez, las piezas hicieron click en mi mente casi de forma instantánea, el FBI catalogó a Zoro antes que a los demás Mugiwaras debido a que lo encontraron en medio de una masacre, se creía que los tenían secuestrados y arribamos justo cuando quedaban dos en pie, supusimos que eran peleas callejeras pero al descubrir la magnitud de la "pelea", se introdujo a ambos sujetos a la lista de los más buscados, ambos desaparecieron antes de ser aprendidos. 

Fueron las circunstancias, Sanji, respira. 

La mirada de Zoro se encontraba perdida en algún lugar de sus recuerdos, todos parecían estar recordando aquellos tiempos, con mucha dificultad,  me obligue a relajar los hombros y solté el agarre que no había notado que tenía sobre la mesa.

-¿Hiciste algo de lo que te arrepientas en este momento?- dije tratando de cortar la presión que existía en la habitación. 

-No.- respondió simplemente y pensaba dar por terminada la conversación hasta que otra voz resonó desde la punta opuesta de la mesa. 

-Es por eso que hoy se encuentra sentado en esta mesa.- los hombros de Zoro se tensaron, nadie parecía notarlo pero era claro para mí, había algo que imponía de ese hombre, especialmente esa oscura mirada de depredador, de un halcón, podría decir.- Cuando regresó con el cuerpo herido y la mirada de un asesino temíamos lo peor, pero el idiota tiene las suficientes agallas como para dejar su orgullo por los demás, para pedir ayuda cuando entiende que la situación lo sobre pasa. A diferencia de ti.- Golpe bajo.- Crees que puedes devorar al mundo pero no sabes detenerte, nunca te has permitido sentir cariño por los demás, no entiendes lo que es querer dar tu vida por una persona sólo para evitar el daño que les harían. Ahí radica la diferencia en ustedes, él.- dijo señalando a Zoro con la mirada.- Daría su vida por sus aliados pero nunca pensaría en morir, sólo estaría ganando tiempo para idear algo que los ayude a salir y tú, en cambio.- sus ojos me tuvieron fijo tanto tiempo que sentí que me agacharía ante esa mirada de un momento a otro.- Piensas que morir para salvar a los demás es lo mejor, que tu sufrimiento alivia el de los demás y eso te vuelve un idiota.

Existen dos tipos de sermones: los que vienen de personas como Shanks, que te motivan después de escucharlos, que te hacen entender las cosas, en los que sientes que puedes tomar al mundo con las manos y darle una mordida, por otro lado están los que vienen de personas como Mihawk que desde el momento en que los escuchas los ojos se te ponen vidriosos y te sientes la persona más jodida del universo, porque sabes que todo lo que escupe es verdad y eres un idiota por no verlo. Y este en particular me hizo mierda. 

La risa de Luffy rompió la tensión que aún existía en la habitación, yo me fundí a mi asiento las palabras de Mihawk me habían despejado la bruma que tenía en la mente, fue sólo un segundo, mientras observaba el rostro de Zoro que encontré un brillo desconocido en su mirada, se veía como orgullo y añoranza. No, no me veía a mí, estaba viendo a Mihawk.

-¿Entonces tenemos a dos personas para este duelo?- Dijo Mihawk y yo asentí en respuesta, logré ver que Zoro dudaba en su respuesta, pero termino por asentir. Mihawk continuó.- El reto es dentro de seis días, en el baldío de la zona sur.- Zoro apretó la mandíbula.- No es territorio nuestro, ni está cerca del límite, así que tengan por seguro que no va a ser una pelea limpia, tienen seis días para acoplarse y encontrar la manera de que nos los asesinen ese día.- Ahora la mirada inquisidora era para mí.- Si no encuentran la forma de tirar del gatillo a matar para dentro de seis días mejor no se presenten. 

Habló en plural, pero estoy seguro que el mensaje era para mí. 

El conteo había iniciado y el día 1 se había terminado. 



---------------------------------------

Autora del futuro al habla: Mi autora del pasado se tenía mucha fé en si misma y bueno, se demoraba bastante jajaja, una disculpa, en fin, capítulo corregido. 

Encuentros desafortunados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora