Encuentros desafortunados.

Borrón y cuenta nueva.

-Sanji.

Cerré los ojos e intenté calmarme, es más fácil entender las palabras cuando se está sereno, que soltarlas a borbotes cuando se tiene la ira burbujeando en tu ser.

-No pongas tu espalda por mí.- la voz de Zoro me hizo abrir los ojos, me estaba viendo con la resolución en los ojos.- No lo hagas, sólo harás que pierda la concentración y todo se vaya a la mierda, te necesito conmigo hasta el final, aún cuando me hayan herido, aún cuando sepas que quizás no salga de esa, tienes que asegurarte de que ambos salgamos, de darme esperanza.- me sonrío, y se notaba que ya estaba cansado.- Hagamoslo una vez más, esta vez te mantendré vivo pero confiaré que puedes hacerlo por ti mismo y tú debes encontrar otra forma de salvarme el pellejo, ¿es un trato?- extendió su mano en mi dirección y me levanté con esfuerzo hacía él, la tomé.

-Esta vez lo haremos bien, será borrón y cuenta nueva, de ahora y en adelante ¿sí?- Pronto escucho las pisadas de nuestros amables instructores, ambos se veían algo cansados también. 

-¿Listos?- la sonrisa de Koala se ensanchaba cada vez que los provocaba, le gustaba jugar, habían matado a Sabo un par de veces debido a que era más sencillo acceder a él, pero con ella había sido todo un reto, era realmente buena, se movía sin desperdiciar nada, entonces una idea cruzó por su cabeza, nosotros fuimos detenidos y obligados por un secuestro, ¿no podemos invertir los papeles?

Luego de que ambos entrenadores se fueran a resguardarse le conté a Zoro mi idea, él accedió sabía que la debilidad de Koala siempre había sido Sabo, pero me advirtió que ella podía volverse sumamente peligrosa de tomarlo como un reto, al final decidimos intentarlo.

Luego de una persecución de 15 minutos logramos averiguar donde estaba Koala preparándose para disparar y detener a Sabo, él comenzó a reír suponiendo como iba a terminar todo. La historia no duró más de 20 minutos, llevamos a Sabo al centro del circuito, justo en la mira de Koala. 

-Tenemos a Sabo como rehén, si lo quieres de vuelta, necesitas venir hasta nosotros y entregarte.- Ella no había hecho ningún movimiento, pero se escuchó su risa resonar por todo el baldío. 

-Fue un buen intento.- anunció Layla.- Pero se equivocaron en el enfoque.- Layla cargó su arma con exactamente tres municiones, la primera fue un golpe al corazón de Sabo, los siguientes fueron uno a la yugular de Zoro y terminó con un tiro a la cabeza en Sanji.- Su error mis queridos niños, es que el objetivo es eliminarnos a ambos, algunas veces tienes que tirar del gatillo contra uno de los tuyos para salvar a los demás, es una decisión dura...- Sabo intervino. 

-Muy dura, pero la vida de uno puede salvar la de cientos, a veces el sacrificio es necesario.-se levantó luego de recibir el disparo.- Mierda, ¿han estado siendo golpeados de esta forma?- ella sólo se carcajeo desde su estancia.- Les reconozco la resistencia, pero iniciaremos de nuevo. 

Ahora estaban centrados, tenían todo lo necesario, los datos, la confianza y sobre todo la decisión, no recuerdo los detalles, sin embargo luego de nuestro error, arremetimos contra ellos de forma separada, atrayéndolos a nosotros mientras manteníamos la distancia permitida, finalmente logramos terminar con ellos en 40 minutos, lo habíamos logrado, pero reducirlo a 20 minutos sonaba aún más lejano.

-Bueno, vamos avanzando.- alzó la voz Sabo.- Tienen una hora para terminar con nosotros en 20 minutos, será mejor que comiencen a apretar el paso. 

La siguiente hora fue intensa, corríamos de un lado al otro y a penas habíamos llegado a 35 minutos cuando el tiempo apremiaba, todo estaba en contra, teníamos los 25 minutos exactos después de reiniciar todo, los segundos pasaban y sentí que se me iba a salir el corazón, logramos terminarlo en tiempo récord, pero no en el tiempo que había marcado Koala.