Capítulo 10

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Jungkook Pov

Definitivamente estaba viviendo en el mejor momento de mi vida.
Mi nueva identidad no me había prohibido ver a la misma gente de cada día o acudir a mis preciadas clases de canto.

A pesar de no tener a nadie a mi alrededor, más que a él, esa gente se había convertido en mi rutina no dolorosa de la vida.

Jiminnie Hyung 😍:

¿Que haces...?
Me aburro háblame.

Yo:

Jeloooouuu.
Estoy en la cafetería,
tengo hora libre.

Jiminnie Hyung 😍:

... Para decirme eso...
Estoy en Introducción a
no sé que mierda.

Yo:

Céntrate.
Adios cachetón 👌👈

Desde hacía unas semanas Jimin estaba constantemente acosándome vía móvil y eso que nos veíamos cada día.
Él me viene a buscar cada día a mi clase, nunca coincidimos porque está en un curso inferior. Siempre le molesto con eso, me parece tan adorable que siendo mayor sea mi hoobae, aish.

Jiminnie Hyung 😍 ha enviado una foto.

Santa

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Santa. Mierda.

Justamente una profesora me interrumpía con mis pensamientos alabándome por buenos resultados cuando ESO tenía que aparecer.

Me alejo a pasos acelerados mientras decido ignorar tal arte. De todas formas nos veríamos después de su clase, como cada día.

No tardé mucho en llegar a la puerta principal de la facultad y sentarme en un banco. Entonces oigo unos pasos que se acercan y unos hombros enormes que chocan con los míos.

- ¿Te gustan las mantitas rosas que he comprado para el sofá? - Jin me miraba altivo bajo sus gafas de sol inútiles bajo un cielo lleno de nubes

- Hola Jin, pero podrías haberlas comprado para adultos y no de cuna de bebé.

- Siempre te quejas por algo - se levanta y se aleja indignado girándose para lanzarme un beso y señalar a facultad de su novio - ¡seguro que a mi monstruito le encantan!

Ese chico siempre conseguía hacerme reír con cualquier cosa que hiciese y en cierta manera se lo agradecía, entre él y Jimin habían conseguido que casi me olvidase de toda mi vida anterior. Y hablando del rey de Roma, por la puerta se asoma.

- No me vuelvas a dejar en visto o te descubro otro mundo - Jimin se acerca y revuelve mi cabello.
- ¿Y eso es malo?
- ¿Te lo enseño?
-...
-... - sonríe de lado con una mueca maliciosa.
- Ehm, ya, vale, ¿vamos?

Se ríe en mi cara mientras me tiende la mano para levantarme.
Cada día recorremos el mismo camino y a pesar de que parecía que las nubes nos acechan, hoy tampoco nos importaba. Nunca había estado tan tranquilo ni me había sentido tan querido por alguien.
Era tan increíble que solo podía mirarle embobado y perdido en mi imaginación.
Jimin se percata de mis ojos acosadores y me besa en el cuello y juro sentir la punta de su lengua en mi yugular.

Jimin lleva unos pantalones negros rotos y una camiseta verde ajustada. Contrariamente a mí, que había decidido por una camisa blanca holgada y unos pantalones tejanos.
Mi secuestrador me mira de arriba a bajo y mira a mi camisa, repite el mismo acto tres veces.

- Ojalá lloviese ahora mismo - me desabrocha el primer botón y se detiene en medio del camino de tierra - ¿verdad?
- ¿Por qué? - mis palabras quedan opacadas tras un enorme trueno que hace quererme hundir en su pecho, cosa que no me rehúso a cometer.

En ese mismo instante Jimin me estira del brazo y me mete tras unos matorrales, empiezo a notar gotas caer por mi frente, lo que empezaba como una llovizna boba pronto se convierte en una tromba de agua que nos deja calados en cuestión de segundos.
Jimin, que se encuentra encima mío después de tirarme al suelo, empieza a recorrer cada centímetro de mi camisa, que se ha vuelto invisible por culpa del agua.
Entonces me percato de su juego, y me gusta, levanto un poco la cabeza y poso mis labios sobre los suyos.

Empiezo a notar como su erección roza con mi muslo y como trata de quitarse sus ajustado pantalones a toda prisa, me revuelco y consigo ubicarme encima suyo, me mira con perplejidad. Se los bajo hasta la altura de las rodillas y libero a la bestia de los bóxers que la contienen.
Sin prisa pero sin pausa poso mi lengua en la punta y la muevo en círculos, de alguna manera me he convertido en un emprendedor en lo que a sexo se refiere.

El me coge del pelo, guiándome, casi obligándome a realizarlo más rápido y profundo. Justo cuando siento que se estremece saco su enorme miembro de mi boca. 

- ¿Q-que pasa ahora? ... - sus ojos me miran decepcionado al no dejarlo terminar feliz.
- Dentro.

Me mira desconcertado y me encanta. Sé que el hecho de recibir no le desagradó la primera vez, pero también sé que le gusta mucho más meterla. Por lo que me bajo los pantalones rápidamente y coloco mi entrada sobre su miembro, introduciéndolo lentamente sin lubricar. Jimin rueda los ojos y suelta un gemido casi inaudible, no puedo evitar quejarme un poco por el dolor que pronto se convierte en placer.

Jimin coge mi erección con una mano y la agita lento al principio, aumentando la velocidad junto a su respiración, poco a poco mi cuerpo sube y baja al ritmo de su mano y siento como los dos nos retorcemos de placer al llegar al clímax. Nos dejamos caer en la hierba, húmeda y fría como el demonio.

Nos quedamos allí, cogidos de la mano y calmando nuestra respiración con los ojos cerrados.
A salvo de un mundo lleno de prejuicios y malas intenciones.
Un rayo de sol nos ciega y giro la cabeza hacia un lado, percatándome de que Jimin a hecho lo mismo y nos encontramos mirando los ojos el uno del otro.

Entonces me doy cuenta de que esta felicidad no durará mucho. De que esos ojos caoba de alguna manera se ven felices ahora pero siento una mala sensación en ellos.
Algo me resulta ciertamente perturbador.

Entonces Jimin interrumpe mis pensamientos, acariciando mi mejilla mientras se acerca a mí lentamente. Posa sus labios sobre los míos.

- Te amo Jungkook - siento cada palabra en mi boca, su fresco aliento en mi garganta y los movimientos en mis labios.

CLAUSURA - JiKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora