CLAUSURA - JiKook

Capítulo 12

Jungkook Pov

Jin está listo, el muy aguafiestas había quedado con Namjoon y me había arruinado mi día con Jimin, pero al menos me aseguro de que mi amigo tenga una buena noche, eso espero, o me pateará el culo como no le han hecho a él.

- Ya me voy - me saca de mis pensamientos, se pone los zapatos y me mira - echa la llave, hoy no vuelvo.

Suelto una carcajada y cierro la puerta tras él, siguiendo su consejo de bloquearla.

Me siento en el sofá con un refresco mientras miro cualquier cosa que den en la caja boba. De un momento a otro me despierto y me doy cuenta de que es de madrugada, me he quedado dormido.

Cuando me levanto para ir a la cama suena el timbre de mi piso, me acerco lentamente en la oscuridad de mi apartamento, Jin no volvería hasta la mañana siguiente y no espero a nadie.
Me encuentro en la puerta y vuelve a sonar el timbre, me provoca un susto por el que no puedo contener un grito que tira a la basura cualquier intento de pasar desapercibido.

- ¿Quién es? - pregunto con voz temblorosa, pero nadie responde.

Me lleno de valor y abro poco a poco la puerta, con suerte alguien se ha equivocado y se ha dado cuenta demasiado tarde.
En un instante me veo sentado en el suelo a causa del golpe que me he dado con la puerta cuando alguien la ha abierto. Me toco la nariz intentando adivinar si está sangrando o no, pero no noto nada. Cuando abro los ojos siento que alguien está postrado a milímetros de mí y se acerca lentamente a besarme mientras cierra la puerta tras él. Con la mano derecha me acaricia el hombro y me abrazo a él, nunca hubiese imaginado que Jimin vendría de esa manera a mi apartamento, sin avisar.

Nos enlazamos en un profundo beso que dura una eternidad, entonces siento como me eleva del suelo y tras unos cuantos pasos me tira en la cama de mi habitación, aún más oscura.

- ¿No piensas decir nada? - le espeto a Jimin mientras poso mi mano en su cuello, está muy ocupado besando el mío.

Su respuesta se traduce en su mano infiltrándose lentamente bajo mi pijama, haciendo círculos en mi abdomen, que tenso con solo sentir su tacto.
Con su otra mano toma la cinturilla del pantalón y hace amago de bajarlo por lo que levanto la cadera para hacérselo fácil, sea como sea lo he echado de menos.

Sin camiseta y sin pantalones, ambos, nos besamos apasionadamente y oigo como de sus labios surge un ahogado gemido que me aterroriza, esta persona no es Jimin, me detengo y me quedo paralizado, esperando alguna señal que contradiga mis pensamientos.
Con la mirada clavada en su silueta escucho en la calle como un coche se acerca por la carretera y los faros conceden un rayo de luz a mi habitación que, aunque no me dejan descubrir de quién se trata, descarto la posibilidad de que sea Jimin.
Con fuerza asesto un golpe con mi rodilla en su estómago y salgo despedido de mi habitación corriendo hacia la puerta, el trayecto se hace eterno, puedo oír como viene detrás de mi a la misma velocidad o a más.
A duras penas me detengo a abrir la puerta y cuando me dispongo a salir me choco alguien.

- ¡Jimin! - gritó mientras me aferro a su camisa con los ojos inundados en lágrimas.
- ¿Qué cojones? - Mi salvador me coge de las muñecas y me aparta con furia.

Giro sobre mi mismo mientras Jimin accede a mi apartamento. Y me doy cuenta.
Taehyung se encuentra a un paso de la puerta principal, sin pantalones, con unos ojos llenos de una emoción que no logro comprender.
Detecto como intercambian algunas palabras pero son casi inaudibles.

Jimin da un paso hacia atrás y se gira lentamente, clavando sus ojos en mí, no lo entiendo, refleja dolor, ira, miedo, todo menos compasión.
Su dedo índice apunta a mi cara y, por dos eternos segundos, la noche se cubre de silencio.

- No vuelvas a acercarte a mí - lo dice claro, sereno, seguro de sí mismo.

Mis rodillas empiezan a temblar y llegan al punto en el que no aguantan mi propio peso. Me derrumbo en el frío suelo delante del umbral de mi puerta. Y veo como, sin opción a réplica, Jimin se aleja con la cabeza hundida entre los hombros.

- ¡Jimin! - grito, pero parece un sueño donde mis palabras se pierden en la nada.