Capítulo 11

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Jimin Pov

Tengo claro que estamos hechos el uno para el otro.

Lo amo demasiado y mi vida jamás había sido tan perfecta como ahora.

Ya se habían esfumado tres meses, desde el inicio de las clases, entre nuestros dedos, como si nada el tiempo se había encargado de unirnos más y más a cada segundo que pasaba.
Cada día nos encontramos; yo voy a su apartamento o el se pone dirección al mío y nos dedicamos a leer libros, estudiar y cantar juntos.

Pero justamente hoy no. ¿Por qué? Por lo visto el galleto tiene que ayudar a su compañero de piso a arreglarse, tiene una cita y el muy... No puede hacerlo solo.
Bueno, no todo está acabado, no es como si se fuese a acabar el mundo, ¿cierto?.

Es diciembre así que la luz del sol brilla por su ausencia ya a las siete de la tarde, por esa misma razón me dispongo a encender la lámpara y seguir mirando los apuntes cuando el timbre suena.

- TaeHyung te dije que no te olvidases más las llaves, eres un pe... - mi voz se para en seco cuando veo a un hombre hecho y derecho esperar en la puerta de mi apartamento, clavando la mirada - Buenas tarde, ¿usted es?
- ¿Puedo pasar? - el hombre sigue mirándome inquisitivamente cuando me hago a un lado y tiendo mi mano indicando el sofá.
- ¿Quién es usted? - repito la pregunta por si no me hubiese escuchado la vez pasada, pero él simplemente se sienta y enciende un cigarrillo que sume toda mi casa en nicotina y humo.
- Jimin, ¿verdad? - asiento tímidamente y me siento en un cojín del suelo frente a él - no sé como cojones os atrevisteis a suplantar a mi hijo por su hermano, eso para empezar, pero sinceramente me da igual uno que otro.

Tras su declaración me levanto y me dirijo a la puerta principal, la abro y sin media palabra hago un gesto que le invita a salir antes de sacarlo a patadas. No solo era un padre que despreció a Jungkook toda su vida, sino que se ha impuesto en mi apartamento de la nada.

Se aproxima a mí lánguidamente y se para a un paso de mí - vas a cortar con él todos tus lazos ahora mismo - levanto la mirada y me encuentro con la suya, fulminándolo - ese crío me ha jodido bien y no pienso quedarme de brazos cruzados, como no lo dejes te denunciaré a ti y a él lo meteré en un psiquiátrico.
- Y se puede saber, ¿con qué razón me ibas a denunciar a mi? ¿Y con cual piensas meterlo a él en un psiquiátrico?

En ese instante no soy dueño de mis actos y me propongo darle un puñetazo que jamás olvidará.
Para mi sorpresa detiene el golpe con su izquierda y acerca su rostro al mío.

- Secuestro y Síndrome de Estocolmo - mi garganta se seca repentinamente - y no dudes ni un instante, tú te podrirás en la cárcel y me encargaré de que Jungkook haga compañía a dementes toda su vida. Tú decides. Tienes dos días.

Suelta mi puño, que golpea con mi pierna, y se aleja por la puerta, cerrándola delicadamente.
Entonces me derrumbo ahí mismo, golpeo la puerta hasta que mis nudillos sangran y las lágrimas recorren cada centímetro de mis mejillas.
Todo mi mundo se ha ido abajo en cuestión de minutos. A mí no me importaba entrar a la cárcel y librarme de todos los pecados para ser libre finalmente pero él, como se atreve a siquiera nombrarle.

Tras rememorar sus palabras enciendo el ordenador y tecleo "Síndrome de Estocolmo" en el buscador, me centro en el primer resultado:
"Trastorno psicológico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada"

De puta madre, cómo puede ser alguien tan repugnantemente retorcido. Jungkook sintió en mi lo que no había sentido en nadie y su maldito padre decide hacer uso de nuestros sentimientos de esa miserable forma.

Poco a poco, y tras unos cuantos sorbos a la botella de Jack Daniel's regalada, me doy cuenta de cual es la solución a todos estos problemas.
Nunca debí haber pretendido salir de mis problemas a través de Jungkook, jamás tendría que haberme involucrado con él y estoy seguro de que, si así lo hubiese hecho, el pequeño amor de mi vida habría tenido muchas otras oportunidades y mejores momentos con mejores personas.
Apoyo la cabeza en mis brazos cruzados sobre un charco de alcohol, respiro hondo y cierro los ojos.

Si para que todo vuelva a su cauce y protegerlo tengo que abandonarle que así sea.

Respira.

Tu vida se aleja de tu corazón.

Pero respira, Jimin.

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AQUÍ TENEIS OTRO CAPÍTULO!!! ESPERO QUE OS ESTÉ GUSTANDOOOO

OS PIDO UN FAVOR... COMPARTID POR FAVOR, NO ESTOY TENIENDO MUCHO APOYO Y ASÍ ES DIFÍCIL INSPIRARME ;-;

GRACIAAAASSSS!!!

CLAUSURA - JiKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora