Capítulo 5

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Jimin Pov

Hoy me he reunido con él y no lo reconozco.

Alargo el brazo y le entrego la segunda parte del pago, después de que Jungkook me permitiese utilizar su tarjeta de nuevo.
Nunca había conocido a alguien tan perverso como él, tan retorcido y arrogante.

Vuelvo a casa como de costumbre sobre las tres de la tarde y allí está él, en el sofá, mirándome como si hubiese estado esperando todo el día a que llegase.
De nuevo, como ayer, me siento devastado tras la crueldad del ser humano y sobre la mía propia, pero no pienso caer ante su tentación de nuevo, menos cuando sé que se ha enamorado de mí.

De mí.

De una persona que lo único que ha hecho en su vida ha sido meterse en problemas y mantener a una persona en su casa por mero placer sexual.

Pero no puedo dejarlo marchar cuando sé que no volverá a casa, que volverá a sentarse en aquel muro esperando que lo secuestren o que, simplemente, sea engullido por el mar.

- ¿Qué has hecho hoy? - me dice con ganas de hablar.
- He estado con un gran hijo de puta - es lo único que puedo decirle sin destrozar su vida y la mía, más aún si cabe.

Hace poco le compré un teléfono móvil para que al menos pueda estar distraído mientras no estoy en casa, ahora mismo se pone a juguetear con él y me apoyo en la encimera de la cocina a contemplarlo.
He estado ya tres semanas con él y aún sigue pareciendo el mismo chico inocente, como si nada hubiese pasado o como si no hubiese sido traumático para él.
Se muerde el labio inferior y me acerco a él lentamente sin darme cuenta. Me detengo y me congelo con mis ojos clavados en él.

¿Qué me está pasando? En un momento mi corazón ha estado a punto de saltar del pecho.
Pongo la derecha en ese mismo lugar, tratando de contenerlo.
Entonces él despega la vista del celular y mira directamente a mi mano, esboza una sonrisa y deja el móvil a su costado, apoyando su barbilla sobre los nudillos.

- Es amor.

¿Amor? No puede hablar en serio.

- Cierra el pico, tengo taquicardia - bajo mi extremidad, situándola a un lado.

Se levanta y se acerca a mi, sin dejar de sonreír. Cuando está a un palmo de mí me mira a los ojos e inclina su cabeza ligeramente - yo también - esconde su cabeza en mi pecho y encierra los extremos de mi camiseta en sus puños.

Y me derrito. Sin puto remedio me estoy derritiendo. El chaval es demasiado perfecto para no quererlo...o amarlo... Lo que sea.

Miro hacia el techo y suspiro.
Le atrapo en mis brazos, cada vez más fuerte, porque sé que se irá, que me dejará irremediablemente.

He estado demasiado tiempo obviando el hecho de que lo tenía encerrado, porque era feliz, porque no parecía disgustarle, pero ahora, cuando me doy cuenta de su amor... Y del mío, creo que es injusto, que es un amor que yo he forzado y que sus sentimientos se confunden entre su enmarañada tristeza. Porque él nunca había sido así de feliz, nunca había sentido la consideración de alguien por él, estoy asustado de todo eso.

No puedo contener las lágrimas tras darme cuenta de cuán solo voy a estar en cuestión de minutos.

Jungkook nota como una de mis lágrimas cae sobre su mejilla y se incorpora, mirándome preocupado.

- ¿Qué coño te ha sucedido hoy para estar así? - su preocupación hace que retenga las lágrimas y dé un paso hacia atrás, como si así fuese a ser menos doloroso.

- Fue tu hermano - lo digo sin pensar.
- ¿Mi hermano? - frunce el ceño instintivamente.
- Le debía dinero y me habló de ti y de su plan para devolverle el dinero, cuando te encontró me llamó para que fuera a atraparte - Jungkook retrocede poco a poco a medida que hablo, como si estuviese disparándole balas de traición - Hoy me he reunido con él para darle el último pago.

- ¿Te pidió que me cuidaras? - un brillo de esperanza destellaba en sus ojos.
- No le importaba lo que hiciese contigo después - si debo hendir más el cuchillo hasta que él quede satisfecho, lo haré, no quiero mentirle más.
- Entonces, ¿Por qué no me has dado una patada en el culo y te has deshecho ya de mí? - pone la mano en el pomo de la puerta, eso provoca que mi cuerpo de un paso hacia adelante involuntariamente.
- Tú lo has dicho.
- ¿Qué?

Sí.

Me he enamorado de ese puto crío irremediablemente

- Es amor.

CLAUSURA - JiKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora