Capítulo X ☾

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La persona frente a mí nota mi sorpresa pero ni se inmuta. Su mandíbula está tensa al igual que sus músculos que se encuentran alertas de cada movimiento. Sus ojos me observan sin mostrar emoción aluna. Su camisa ya no está en su lugar dejando ver su marcado abdomen y su pecho fuerte. Su pantalón se encuentra rasgado y sucio. Pero sin duda lo más resaltante, y causante de mi sorpresa, son las dos grandes y majestuosas alas blancas que salen de su espalda.

¿Qué rayos?

No logro entender nada. Mi cabeza es un desastre de pensamientos revueltos, de preguntas sin respuestas. Muchas de ellas no serán contestadas, lo sé. Con algunas cosas hay que vivir de la ignorancia. Sólo que ignorar ciertas cosas que ahora sé va a resulta algo muy difícil. Y más cuando algunas de esas cosas me quieren muerta.

— Las preguntas para después — es lo único que dice antes de acercarse a mí y ayudarme pues de no ser por el árbol detrás de mí estaría de nuevo en el suelo.

Pude ver de reojo como las dos alas vuelven a ocultarse en su espalda. ¿Eso dolerá? Él no hizo ninguna mueca pero con Zachary nunca se sabe con certeza que es lo que en realidad siente. Ni siquiera sé qué significado tiene aquel beso, o mejor dicho, besos.

Me dolerá la cabeza por todos los sucesos que han pasado hoy. Lo sé.

Cuanto más nos acercamos a la fiesta más fuerte se escucha la música. Ya en el patio noto que nadie se había dado cuenta de lo sucedido en el bosque y es mejor así.

Zach me ayuda a sentarme en uno de los asientos que hay en el patio y se aleja un poco para escanearme con su mirada mi cuerpo en busca de heridas superficiales. Yo hago lo mismo, o lo intento. Es que el que se encuentre sin camisa no me deja pensar claramente.

¿Por qué tiene que estar tan bueno?

Miro detalladamente su abdomen fuerte y marcado. Es evidente que hace ejercicio. Su piel tiene un tono tostado que te dan ganas de tocar y besar para averiguar su textura y sabor. Ni siquiera me importa que note que estoy babeando mientras miro su cuerpo más de lo debido. Me declaro culpable de no poder dejar a aquel ángel.

¡Esperen! Él tiene alas lo cual quiere decir que... ¿Zachary es un ángel? ¿No dijo que era un guardián de la luz? Aunque la verdad no sé mucho de esas cosas.

No entiendo nada.

— No es que me moleste que me mires... — musita llamando mi atención, no puedo evitar sonrojarme un poco; cuando guío mis ojos a los suyos noto que está sonriendo —, pero creo que lo mejor es que busques a tu amigo y salgan de aquí. No es seguro — termina está vez totalmente serio.

Suspiro pasando una de mis manos por mi cabello tratando de arreglarlo un poco ya que de seguro es un completo desastre.

— Solo espero que sepas que luego tendremos que hablar de muchas cosas — hago una mueca debido a un repentino mareo.

Él simplemente asiente para luego irse sin decir nada. Veo como desaparece en la oscuridad del bosque y juro ver los ojos azules del lobo mirarme antes de irse detrás de su dueño. Por un momento tengo las ganas de seguirlo pero la voz de mi mejor amigo me lo impide.

¿Cuánto tiempo voy tratar de negar lo obvio? Él me gusta y mucho. Más de lo que me ha gustado un chico en toda mi vida.

Sacudo mi cabeza para alejar esos pensamientos pero resulta una mala idea porque termino mareada. Rayos. Por ahora no quiero pensar en eso ni en nada, ahora sólo quiero descansar y luego...ya veré.

— ¡Liv! ¿Dónde rayos estabas? — cuestiona Alex entre enojado y preocupado.

No hay que ser un genio para notar que estoy hecha un desastre. Sé qué hará un millón de preguntas pero ahora solo quiero aliviar el dolor de cabeza que empieza a aparecer. Quiero dormir y no despertar hasta luego de un año.

Custos Lux [#1 Saga Fantastic Creaturae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora