Lo que llamaba hogar

Capitulo 11: Emocion.

Kat llegó a su casa después de una tarde genial con sus nuevas amigas, que resulta que eran muy majas.

Abrió la puerta de su casa y se encontró a su padre haciendo la maleta. Al final había decidido irse él sólo a Brasil y dejar a su hija con su abuela. Kat se sentó a su lado y le abrazó :

-Te voy a echar de menos...-murmuró la chica.

Su padre sonrió y sacó de detrás de él una bolsa con una caja.

-Yo también, Katita .-su padre le llamaba así-pero estaremos en contacto y por eso... Toma.

Kat abrió el paquete y encontró un nuevo iPhone. Su cara se iluminó y con toda su alegría gritó:

-¡George John Winkelton-como todo americano tenía dos nombres-no sabes que alegría me acabas de dar!

Su padre rio y siguió haciendo la maleta. Kat subió a su habitación y dejó la mochila encima de su cama. Luego se quitó la ropa y se hizo una coleta. Se puso un chandal y unas deportivas y salió a correr.

Corrió por delante de las casas, cruzó el puente y se adentró en el bosque. Dio un par de vueltas y volvió. A su vuelta ya estaba anocheciendo, y su padre estaba sacando las maletas de casa y metiendo otras: las de su abuela. La abuela de Kat se iba a mudar a su casa , para estar más pendiente de su nieta.

Kat se apoyó en la pared del porche y observo como su padre se despedía de su abuela. Kat esperó triste , hasta que notó los brazos de su padre rodeándola.

-Pasará pronto. Dentro de unos meses estaré aquí.

Kat asintió y ayudó a George a meter las maletas en el taxi, que esperaba ansioso. Cuando el coche arrancó Kat entró en la casa y se tumbó en el sofá. Empezó a chatear con el móvil, pero la mano de su abuela le tapó la pantalla.

-¿Quien es esa persona especial con la que tanto ansías hablar? -preguntó con una sonrisa pícara.

-Yo...-Kat se puso roja y empezó a tartamudear-sólo quiero hablar con mis amigas y amigos... No hay nadie especial...

La chica se puso en pie y antes de que Margaret ( la abuela) pudiese seguir interrogándola corrió escaleras arriba.