Capitulo 20:

34 1 0
                                    

Kat estaba confusa. ¿Con quién se quedaba? ¿Con el protector Mike o con el romántico Mark? Mark le había engañado, pero... Estaba arrepentido. Kat se tocó la cabeza y suspiró. Caminó por las calles sin rumbo fijo y entonces lo vio. Isie y Thomas estaban en una esquina besándose apasionadamente. Ella le agarraba a él por el cuello y él por la cintura, justo donde acababa el chaleco estampado de Isabela.No podía evitar sentir envidia. Ella tenía las ideas claras, estaba enamorada de uno y no tenía problemas amorosos. Dio media vuelta, con la mala suerte de toparse con Eli, pero no estaba sola, también iba Hanna, en su silla de ruedas. Esta última estaba ojerosa y triste, como cuando la vio Kat al volver al pueblo.Kat bajó la cabeza, aún así la vieron.

-Hola, Kat- dijo Hanna-¿Qué tal? Un día Violet y tu podéis comer con nosotras. Me dijeron que os habíais enfadado con nosotras y por eso no nos hablabais, pero yo se que tu no te llegas a enfadar nunca, pues somos amigas.

Eli tenía cara de culpabilidad y Kat de asombro. Ahora entendía todo.

-¡Tú!-gritó Kat señalando a Eli - Mentiste a Hanna y le dijiste que YO estaba enfadada , cuando a mi me dijiste que ella estaba enfadada conmigo. Y a Violet la dejasteis de lado, tu y las otras, cuando volvió a estar conmigo.No sabes lo mal que lo hemos pasado por tu culpa, por perder a todas nuestras amigas. Por qué tú has conseguido que nos dejen de hablar a base de mentiras y de comerles el coco.

-Pues ve a chivarte a tu mamá, espera no tienes-dijo Eli maliciosa.

Kat no aguantó más y se lanzó contra ella. Eli era más fuerte y al instante Kat acabó en el suelo, dolorida.

Hanna estaba confusa y entonces lo comprendió. Anduvo lo más veloz que pudo con su silla hasta Kat y comenzó a llorar desconsolada.

-¡Kat¡ Me mintieron... Me tomaron por tonta... Lo he pasado mal, pero se creyeron que podían manipularme como quisieran... Y lo hicieron. ¡Kat!

Ella no era capaz de emitir palabra. Se levantó y propinó un puñetazo a Eli, pero lo esquivó. La agarró por las muñecas, se las retorció y volvió a tirarla al duelo.

-¡Ay¡

-Tu quisiste empezar esto, quisiste pegarme y yo me defendí. Eso diré- Eli rio, se atusó el pelo y colocó el tirante del sujetador , de leopardo y cebra.

Kat lo vio y lo único que pudo decir fue.

-Hortera.

Eli le ignoró. Se colocó detrás de la silla de Hanna y le susurró:

-Vámonos.

-¡No! Ya estoy harta , sé la verdad y quiero estar con Kat. Sois todas unas...

Antes de que lo dijera ya estaba hablando Eli.

-No seas caprichosa , amor.

-¡Noooooo!

Empujó a Eli y se dio la vuelta. Kat estaba en el suelo de nuevo , pues no tenía fuerzas ya.

-Kat... ¿Puedes levantarte?

-No. Espera conmigo hasta que pueda. Me duele el tobillo de cuando me tiró al suelo la primera vez.

Hanna le dijo que levantase la pierna y la apoyase en sus piernas. Después, ella levantó el pantalón y le quitó el zapato.

-Lo tienes hinchado y morado. Llamaré a tu padre, creo que aún conservo su teléfono.

-¡No! No quiero tener que explicarle todo... El no sabe el problema que tenía con mis amigas.

-A alguien hay que avisar.

-Pues... A Mike o a Mark ...

-Llamo a los dos y punto.

Cinco minutos más tarde estaban allí los dos. Les contó lo ocurrido y se pelearon por quien la cogía en brazos. Al final ganó Mark.

-Iremos a mi casa a que mi madre te mire, sobre todo por el tobillo.

-Ni de broma. Tu madre se lo contará a tu padre.

-Pero tu tobillo está fatal...

Hanna levantó la cabeza y dijo:

-La novia de mi hermano es médica y ella no lo contará, me quiere mucho. No vive lejos, vayamos.

Caminaron en dirección a su casa y pronto llegaron. Ella le hizo una revisión y le vendo el tobillo. No era grave, pero debía reposar.

Salieron tarde de allí. Kat sabía que Sam le echaría la bronca por llegar a esas horas y sobre todo por invitar a comer a alguien sin avisar, pues acababa de invitar a Hanna, a su ,de nuevo ,amiga Hanna.

Lo que llamaba hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora