Muéstrame Como Se Juega

Capitulo 26 - "Segundo mes"

Camila estaba al teléfono, tratando de recordar bien el número de Lauren, ya había intentado una vez y resultó estar llamando a un chico de no más de 12 años.

Camila POV.

Vamos Camila recuerda bien...
¡5 31 2!.
Un timbre, dos, tres, cua...

-¿Hola?.-

-¡Lolo!.-

-¡Camz!.- El estomago se me hizo pequeño al escuchar mi nombre salir de ella con tanta emoción. -Dios, te hecho tanto de menos, ¿Como estas? ¿Puedo ir a visitarte? ¿Te sientes bien?, Camila... yo...- Ella rompió en llanto. -Te extraño tanto joder.-

-Estoy bien Lolo, hay días de visitas pero no sé si puedas venir hasta acá, te extraño aún más, perdón, de verdad.- tenía ese sentimiento de culpa en mi pecho, no podía imaginar su estado.

-Pronto será mi cumpleaños, no quiero siquiera imaginar que no estarás aquí. Mierda.-

-Perdón.-

-Camila...-

-Dime.-

-Tú... Estas poniendo todo de ti ¿Cierto?.-

-Claro que lo hago, ansío salir de aquí y volver con mi vida, cuando era buena, cuando estaba contigo... tú, ¿Vas a esperarme?...-  los nervios estaban consumiéndome, esperar a tu novia 5 meses debe ser muy difícil.

-Te esperaría toda mi vida si es necesario.-

Continuamos hablando de lo que estaba pasando en nuestras vidas mientras no estábamos juntas, me aliviaba demasiado escuchar que estaba bien, quería creer que lo estaba, ella se escuchaba contenta, lo único que podía imaginar en ese momento era ella con el teléfono al oído con una sonrisa y sus hermosos ojos reflejando felicidad.

Lauren POV.

La llamada de Camila realmente me puso muy feliz, el saber que estaba bien y mejorando era una de las cosas por las cueles seguía sonriendo, cuando colgó la llamada, mire mi cuarto y me di cuenta de que ella no estaba ahí, hablar con ella me hizo sentir como si estuviéramos juntas, pero colgar esa llamada fue un golpe de la realidad.

-Vamos hija, tengo una sorpresa para ti.

-No estoy de hum...

-Mira por la ventana.- Me levante y me dirigí a la ventana.

-¡OH POR DIOS PAPÁ! ¿ESTAS JUGANDO? ¡NO PUEDE SER!.- Había una Harley Davidson estacionada, con un moño rojo gigante. Definitivamente la motocicleta de mis sueños. Corrí y abrace a mi padre, después los dos bajamos a ver mi regalo.

Mi padre y yo estuvimos admirando aquella hermosura por un buen rato, era perfecta, era tan... tan yo...

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Esto es muuuuuuuy corto porque la verdad estoy teniendo algunos problemas en mi casa y no me es fácil inspirarme para escribirles algo mejor, tal vez en la madrugada haya otro capítulo, gracias por leer, los amo.