Camila no tenia idea de como estaba haciendo sentir a las personas que se encontraban con ella, pero lo unico que lograba pensar era porque su hermano había dicho todas esas cosas, como es que su manera de pensar cambio tan rápido después de que la insulto y la tiro al suelo, eran demasiadas preguntas y ninguna respuesta. Mientras Camila estaba en su habitación tratando de no llorar porque no quería que Lauren la viera de esa manera, no otra vez, la mamá de Dinah le platicaba lo que sucedía con Camila, Dinah y Lauren estaban a punto de entrar a ver a la pequeña, pero una linda mujer de unos 22 años aproximadamente, con un físico estupendo y la mirada en alto pregunto por Camila y entro a la habitación dejando a las chicas afuera, Lauren alcanzó a ver que en cuanto la chica entro, Camila sonrío y le extendió los brazos para abrazarla.-Tranquila bestia, es la psiquiatra de Camila.-
Lauren sonrió incomoda porque supo que la Polinesia había notado cómo vio a la Psiquiatra, se sintió avergonzada por su acto, nadie había hecho sonreír a Camila, y en cuanto vio a su psiquiatra le dio una sonrisa y casi salta f ella camilla para abrazarla, apuesto a que su ella no tuviese la intravenosa lo hubiera hecho.
-Camila, estoy feliz de ver que estás bien y recuperándote, pero sabes porque estoy aquí, ¿Que fue lo que pasó? Pensé que ya habíamos resuelto ese problema, que ya no lo hacías, ¿Porque no me dijiste cómo te sentías?...-
-No quiero hablar, ni siquiera sé porque te importo tanto, solo soy una paciente más.-
-Camila...-
-Vete por favor, no quiero recibir más tus consejos, ya no quiero que me ayudes.-
-Trata de darte cuenta que todo este tiempo te e visto como más que una paciente, eres como una amiga, me preocupas.-
-Lárgate mierda.- Camila abrió sus ojos cuando se dio cuenta de lo que había dicho. Pero era demasiado tarde para hablar, ella ya había salido de ahí.
Cuando nos sentimos tristes o enojados solemos decir tantas cosas, actuamos sin pensar, hablamos sin analizar, siempre cometemos ese error del cual nos arrepentimos cuando nos damos cuenta de que tan grave era, y queremos remediarlo de cualquier forma posible, ¿Te has sentido así alguna vez?, así era como se sentía Camila.
Ella ya no sabía si sentir culpa, coraje, tristeza, solo quería estar sola, no quería ver a nadie, no quería lastimar a nadie, justo cuando eso pasó por su mente, Lauren cruzó la puerta de la habitación llorando.-Camila, no me digas nada y déjame hablar, y pedirte perdón.- la pequeña no sabía ni qué estaba pasando, tenía miedo de que ahora Lauren supiera.
-Habla entonces si es lo que quieres.- Camila le contesto fría, sin mirarla a los ojos.
-No sé cómo es que pude fallarte tanto, no sé cómo es que no me di cuenta de lo que estaba sucediéndote, no sé cómo no me percaté de el estado en el que estabas, no sé cómo no sentí que estabas en depresión, debí darme cuenta antes pero no lo hice, ahora todo tiene sentido, esas veces que no querías salir y mejor nos quedábamos en casa, cuando te llevaba al campo y solo te sentabas con la cabeza baja, nunca pregunte para no incomodar, pensé que tú me lo dirías cuando te sintieras lista, o cómoda al decírmelo, nunca me di cuenta de que te saltabas comidas, incluso estando siempre a tu lado, nunca medí cuenta de que no comías... perdón, debí estar para ti.- Lauren lloraba como si estuviera perdiendo algo importante, y prácticamente lo era, estaba perdiendo a Camila, tenía que ayudarla a luchar, debía mantenerse fuerte.
Y el problema aquí no era que nadie le pusiera atención a Camila, porque todos a su alrededor lo hacían, pero Camila se encargaba de que nadie se diera cuenta, porque nunca nadie entendería como se sentía, su cuerpo le daba asco...
Y no quería decírselo a nadie porque sabía que le dirían "No digas eso eres perfecta" porque no era así como ella se sentía, se sentía fea y se daba asco, no quería escuchar más esa frase, solo quería sentirse perfecta, todo el mundo lo decía pero solo para quedar bien, ella se sentía fea, tonta, e incluso gorda...
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Muéstrame Como Se Juega
FanficConocer a la persona perfecta, en el momento indicado. ¿Suena imposible? ¿Verdad?. Camila solo tiene 15 años, sufre ataques de ansiedad y sus padres viven en una relación complicada, eso no le ayuda mucho en sus condiciones. Pero nada que Lauren no...