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Capitulo 22 - "¿Estas rindiendote?"

-¿Camila?.- Dinah había escuchado todo lo que la pequeña había dicho. -Camila por favor, aléjate de la orilla.-

-No Dinah, déjame en paz.-

-Camz.- La más pequeña estaba paraliza al escuchar la voz de Lauren.

-Lárgate Lauren.-

-¿Así que eso es lo que quieres? ¡Solo te estás dando por vencida! ¿Estas rindiéndote? ¿No quieres salir adelante? ¡Es un acto demasiado egoísta! ¡Piensa en todos los que sufriremos por ti Karla!.- Camila volteo a ver a Lauren, vio sus ojos, estos habían tomado un verde obscuro, llenos de coraje y dolor. -¿Ah? ¿¡VAS A DARTE POR VENCIDA CAMILA!?.- Gritó la mayor mientras se acercaba un poco más a Camila.

-Lauren no te acerques.- Dinah le sugirió.

-¿Vas a hacer Los mismo que tú madre?.- está le pregunto a Camila acercándose un poco más. -No puedes dejarme, yo... yo te amo Camila, no puedo perderte. Dame tu mano, prometo salir adelante juntas, las 3 Dinah también va a ayudar, como siempre lo ha hecho.- Camila levanto la mano para dársela a Lauren, está no desaprovechó la oportunidad y jalo de Camila hacia ella para entonces caer al suelo y abrazarla. -No podías hacerme eso Karla.-

Camila se abrazo a Lauren y lloro con todas sus fuerzas, sacó cada cosa que le dolía, todo fue expulsado por medio del llanto, Dinah solo estaba sentada en el suelo con las manos en la cabeza llorando, aún le parecía imposible que su mejor amiga estuviese pensando en el suicidio, incluso llegó a intentarlo y ella no percibió lo que estaba pasando, solo se sentía culpable por lo que había pasado. Después de lo sucedido las tres chicas fueron a casa de Lauren. Dinah acompañó a Camila para cambiarse la ropa y la dejo descansando en la habitación para después bajar con Lauren.

-Solo quiero despedirme.-

-Está bien Lauren, ella aún no está durmiendo.-

Lauren entró a la habitación y Camila estaba acostaba en la cama, convertida en una bolita, tapada con la cobija.

-Camz.-

-Quiero que te quedes Lauren.-

-Yo tengo que irme Camila, mañana estaré aquí temprano.-

Camila solo asintió viendo como su chica salía de la habitación.

-Espero que te pudieras despedir bien Michell.-

-Si, mañana estaré aquí temprano ella quiere que me quede pero estoy empapada.-

-Deberías quedarte. Puedo dejarte alguna camiseta mía, seguro te queda de vestido.-

-Avisare a mi madre.-

Lauren se retiró para llamar a su mamá y Dinah se quedó pensando. Le pidió a la chica que se quedara porque iba a llamar a la Psiquiatra de Camila, ella ya no estaba bien, tenía problemas fuertes, Dinah no era la indicada para tratar con los problemas de su mejor amiga, no con todos. Su estado de ánimo era muy inestable.

-Lauren, tengo que llamar a la Psiquiatra de Camila.-

-Ella no me cae muy bien, es linda y Camila la mira con ojos de amor.- dijo jugando.

-Camila necesita ayuda, y creo que nosotros ya hicimos todo lo que teníamos a nuestro alcance Lauren.-

-Entonces llámala.-

Así lo hizo, Dinah hablo por teléfono con la Psiquiatra de Camila y ella solo dijo que al día siguiente estaría ahí por la tarde para hablar con la más pequeña. Y que se asegurará de que tomara sus pastillas.

-Iré con ella.-

Lauren subió las escaleras y entro a la habitación, busco una camisa de Dinah y se la puso.

-Acabo de verte en ropa interior.-

-¡DIOS!.- Lauren se tocó el pecho asustada. -Pensé que ya estabas durmiendo.-

-No tengo sueño. Ven.-  Lauren entro a la cama con Camila y está la abrazo. -Por lo que dije en día que estaba borracha... Lauren, necesito que me entiendas, soy instable, no sé cómo me siento y no sé cómo pensar acerca de lo que digo, yo de verdad te qui...- Fue interrumpida por un beso de Lauren.

Camila correspondió rápidamente al beso y se estableció para quedar encima de la más grande. El beso cada vez se volvía más intenso, su respiración empezaba a ponerse pesada y cada vez el aire les hacía más falta. Lauren hizo un movimiento rápido quedando sobre la chica, los ojos de Lauren eran obscuros y se notaba total lujuria en ellos.

-Camila no podemos...-

Camila se detuvo y miro a su novia, visualizo sus ojos y sonrieron las dos.

-No puede ser así, tienes razón, esto será especial.-

Los besos no pararon ahí, pero ella si se limitaron a que nada más pasaría esa noche, porque no podía ser así nada más.
Desgraciadamente no tomaban en cuenta que esa sería la última vez dentro de mucho tiempo en la cual estarían así de cerca.