Capítulo XIV [Cumpleaños]

1.4K 159 387
                                    

Una semana después...

POV Luna.

— Feliz cumpleaños, Luna. — me dije a mi misma frente al espejo con lágrimas en los ojos. — Otro año más de maltratos, de no saber quienes son tus padres, de no saber quien eres...que útil que eres. — mencioné con ironía y dolor.

Limpié rápidamente las lágrimas que trataban de salir y comencé a maquillarme, rímel, sombra aquí, sombra allá, labial de tono rosa bajo, delineador y bueno...lo mismo de siempre.

Después de eso elegí mi outfit, un short de tela color blanco, top color blanco y una chaqueta de tela ligera color rosa bajo, nada nuevo ni muy pensado.

Me acerqué de nuevo al espejo, para revisar que mi cabello, maquillaje y outfit combinarán.

Me mire y pensé: « Perfecta, como siempre.»

— Feliz cumpleaños, Luna. — captó mi atención la vieja de Sharon que se encontraba en el marco de la puerta con una caja pequeña color amarillo.

— ¿Necesitas algo? — pregunté fría.

— En realidad, venía a darte tú regalo de cumpleaños. — se acercó a mí.

— No necesito nada tuyo. — aclaré fría, nuevamente.

— No tomes esa actitud. — me extendió la caja. — Tómala. — bufé, la tome y la deje en el tocador. — ¿No vas a hacer nada? — cuestionó al ver que no abrí de inmediato la caja.

— Ah si, — la miré. — odio el amarillo. — dicho esto tome la caja y la aventé en un cajón.

— Ábrela. — ordenó.

Bufé, saqué y abrí la caja.

Unas llaves de automóvil Modelo BMW.

— No tenías por qué molestarte. — miré de nuevo al espejo.

— Aunque no lo creas Luna, me importa que te sientas bien, este auto es para que te des cuenta que tengo confianza en ti. — se acercó a mí. — Feliz cumpleaños.

— Como sea. — tomé mi mochila ya cargada con lo de siempre, mi libreta, maquillaje, teléfono, cartera y de más.

Me dirigí a la puerta pero de nuevo, la vieja volvió a captar mi atención.

— ¿No te llevas el auto? — cuestionó.

— Prefiero caminar.

— ¿Me das un beso de despedida? — pidió y yo reí, ¿Era acaso una broma?

Giré sobre mis talones y hablé.

— Prefería unos patines, si tan solo me conocieras un poco, lo sabrías. — suspiré y seguí mi camino.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina por algo para comer, moría de hambre.

— ¡Feliz cumpleaños hija! — felicitaba Monica y Miguel a Ambar.

Si hay algo peor que celebrar mi cumpleaños, es que ese mismo día cumpla años Ambar.

• Galaxias Paralelas • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora