• Galaxias Paralelas •

Capítulo XVII [Cena Familiar]

Nota: esté capítulo es demasiado extenso, es como un maratón de dos partes pero unido, espero que lo disfruten hermosas, no olviden leer mi nota del final, las amo. ❤️✨

POV Luna

— Yo que tú me buscaba a otra persona, porque vas a morir esperando, nene. — le guiñe, me solté de su agarre y me adentré a la casa.

Vuelvo a repetir, Luna Valente no necesita amor, Luna Valente no necesita compasión, A Luna Valente no la van a hacer llorar otra vez por amo.

Luna Valente no va a amar nunca más.

Volví a entrar a esa linda casa, con olor hogareño y me sentí en casa, me sentí...feliz. Mis pasos tomaron rumbo a la cocina donde estaba Vicky, la madre de Matteo.

Inhale profundamente el olor que invadía la cocina, era exquisito. En la zona del horno olía a chocolate, en la zona de la estufa olía a asado, en la pequeña isla olía a limones recién exprimidos gracias a la limonada recién hecha y a un extremo de la gran cocina roja, llena de encimaras blancas y rojas, se percibía un olor floral, se percibía el perfume de Vicky.

— Oh, Linda, ¿Qué haces aquí? Se suponía que estabas afuera con Matteo. — dejó su copa de vino tinto y se acercó a mí sonriente.

— Si, bueno...quise venir a ayudarla. — le sonreí. — Oí que son italianos y quisiera aprender un poco de su deliciosa gastronomía.

— No he hecho la pasta, ¿Quieres ayudarme?

No, no quiero, odio la cocina.
Bueno odio ensuciarme, pero es lo mismo.

— ¡Claro! Amo la cocina. — mentí sonriente.

— ¿Tienes alguna noción de cómo hacer pastas? — preguntó mientras sacaba una olla y los ingredientes correspondientes.

— Ah, yo... — un recuerdo llego a mi mente.

Flashback.

— Recuerda que para que un platillo quede exquisito tienes que agregarle mucho, mucho amor. — decía una señora con voz cálida, yo era tan pequeña que aún si levantaba la cara no lograba verla por completo.

— ¡Yo quiero! ¡Déjame intentar! — pedía y extendía mis brazos.

— Claro que si, hija, ven súbete al blanquito. — respondía dulcemente la mujer y yo la obedecía.

— ¡Yupi! — comencé a mezclar la salsa mientras la misteriosa mujer le ponía ajo, salsa, sal, pimienta y un par de cosas más.

Al final revolvíamos todo juntas y quedaba todo servido.

— ¡Muy bien! Estoy segura que de grande podrás hacernos una cena a tú papá, a tú hermanita y a mí, la persona que más te ama en el mundo, tú madre.

Fin del Flashback.

Mis ojos se humedecieron, era el primer recuerdo que tenía de mi mamá.
Todo lo que decía Sharon era mentira, ellos me amaban, lo sé. La voz de mi madre era cálida y suave, sentía el amor por cualquier parte de la vieja cocina de mis recuerdos.

Yo tenía padres y me amaban, hasta tenía una hermanita...Voy a descubrir que paso con mi familia.

El saber eso fue el mejor regalo de cumpleaños que podía tener.

— Linda, ¿Estás bien? — me miró Vicky con preocupación.

— Si, ¿Por qué?