Capítulo 8.

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No puedo poner las imágenes junto con la de los hermanos Collins, así que las dejo por aquí ❤

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No puedo poner las imágenes junto con la de los hermanos Collins, así que las dejo por aquí

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—¿Tú sabías de esto? —preguntó Crawford mirando a Mackenzie.
—No —dijo mirando a sus amigas, las cuales le habían negado con la cabeza.
—Nos infiltramos —dijo Lila—. Queríamos unos vestidos de Mack pero sabíamos que no nos los iba a prestar, entonces decidimos entrar secretamente y justo cuando íbamos a salir apareciste tú.
—¿Iban a robar mis vestidos? —preguntó con una mano en el pecho—. ¡No puedo creerlo!
—Perdón, Mack —contestaron las tres chicas con sus cabezas gachas y rezando porque Crawford se creyera su actuación.
—Encima me avergüenzan al frente de Crawford. ¿Qué va a opinar él ahora? ¿Que mis amigas son unas ladronas mentirosas? Me decepcionan.

Crawford abrió los ojos como platos al ser nombrado. Negó rápidamente con la cabeza, temiendo a que las cosas se salieran de control.

—No hay problema, Mackenzie. No es de mi incumbencia opinar sobre ellas.
—¿Como tampoco era de tu incumbencia opinar sobre ella? —preguntó Kath señalando a Mackenzie. Crawford bajó la cabeza y negó.
—No debí haber hecho eso, y espero que ustedes hayan escuchado el por qué lo hice, aunque no haya un por qué claro —miró a las chicas y luego a la científica—. No sé si alguna vez podrás perdonarme, pero quiero que sepas que lo lamento muchísimo.

Mackenzie sonrió conmovida por lo que él había dicho. Le creía, sí, pero las palabras que Crawford había usado para describir a Mackenzie le dolían, ya que estaba convencida de que algunas eran verdaderas.
Thea miró a Crawford con los ojos entrecerrados y negando. El chico era tierno, cursi y sexy. Era todo lo que su mejor amiga habría buscado en la vida, y Thea estaba segura de que Mackenzie gustaba de ese pedazo de basura, y viceversa. No iba a perdonarlo tan fácil, ella era una de esas chicas resentidas con la gente que hiere a los demás, y su alma estaba llena de odio hacia esas personas, incluyendo a Crawford.
Por su parte, Lila y Kath ya habían caído bajo la mirada dulce de Crawford. Las palabras con las que él se había disculpado las habían cautivado, y la forma en la que se movió gestualmente también. Katherine no podía dejar de pensar en qué habría pasado si su crush hubiera sido más como Crawford. Más cuidadoso con sus palabras, más amoroso, más caballero. Se había enamorado de un completo idiota con cara de príncipe de película.
Lila suspiró enamorada y habló.

—No sé qué hará Mackenzie, pero yo te perdono. De hecho, si ella no lo hace, quiero que sepas que yo estoy completamente libre por ahora, y quizás por el resto de mi vida —Crawford no pudo evitar soltar una carcajada.
—Las palabras que usaste me dolieron, pero entiendo por qué lo hiciste —Mackenzie le sonrió y se encogió de hombros—. Creo que yo también habría reaccionado así.
—Yo también te perdono y te concedo el permiso de ir en una cita con mi mejor amiga —contestó Kath, levantándose y haciendo una reverencia.
—Muchas gracias, amiga pelirroja de Mackenzie —contestó Crawford sonriendo, para después mirar a Thea—. Si no me equivoco, eres Thea.
—Sep —dijo cortante, sentándose como indio y apoyando su pera en su puño—. Pero creo que me diferenciaras mejor como 'La amiga despistada de Mackenzie' —el periodista sintió su cara roja al momento en que la chica habló.
—Yo... Lo siento. En serio.
—Y quizás lo hagas, pero no me importa. Deberás usar algo más que palabras bonitas y una mirada de cachorrito para que pueda perdonarte —sonrió orgullosa de su respuesta, para luego agregar—. Y, entre nosotros, creo que es muy importante que la mejor amiga casi hermana de la chica que te gusta, te perdone —se levantó del piso y sacudió su pantalón—. Así que esfuérzate más, Collins, porque creo que lo puedes hacer.

Crawford Collins. Ciencia & periodismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora