Capitulo 23

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– Esta bien, acomódate bien en la silla, muy bien, ahora cierra los ojos y concéntrate en mi voz, imagina que estoy ahí contigo, parado frente a ti y empiezo a acariciar suavemente tu cuello, eso es, imagina que es mi mano y la deslizó hasta llegar al primer botón de tu camisa y lo desabrochó, voy bajando desabrochando los demás, al terminar, acarició uno de tus pezones, así, despacio, en círculos, muy bien Ni, ahora con la otra mano, imagina que la deslizó por el interior de tu muslo, hasta tocar tú pen* , justo así, subo mi mano un poco más hasta llegar al botón de tu pantalón, lo desabrocho y bajo el cierre, rosando a la ves tu pen*, bajo tus pantalones y bóxer, mi mano va esta tu botón empiezo a rozarlo lentamente hasta introducir un dedo que empiezo a mover, no te detengas, siénteme, oh sí, tus jadeos me fascinan, sigue así, un poco más, introduzco otro dedo dentro de ti y lo muevo con más facilidad, mientras mi otra mana viaja hasta tu glande que masajeo por encima de tu hendidura esparciendo el pre-semen por esta lo empiezo a masajear de arriba hacia abajo al ritmo de mis dedos , ay Niall, no tienes idea cuanto me encantaría ser verdaderamente yo quien te estuviera acariciando.

– A mí también, amor –abrí los ojos y vi que él también estaba acariciándose, me lamí los labios-. Yo te llenaría de besos el torso y bajaría por tu abdomen, seguiría bajando y dejando más besos, cuando sintiera que yo no pudieras más te ofrecería entrar en mí, lento, constante, como sólo tú sabes hacerlo, oh Liam, así me encanta, sigue moviéndote, hazme tuyo, enloquéceme, no pares, falta poco.

Ya no pude pronunciar palabra alguna, un intenso gemido salió de mis labios y cerré los ojos al sentir que llegaba al orgasmo con mi corazón latiendo a mil, ¿cómo podía hacerme sentir eso cuando estaba a kilómetros de distancia? Apreté los ojos, me daba vergüenza verlo, ya no era más un desenfrenado desconocido, era un chico completamente enamorado de él.

– Eres extraordinario Ni, jamás me cansaré de decirlo.

– Y tú también, me haces hacer locuras que jamás imaginé –dije abriendo los ojos.

– Bendita sea la tecnología.

– ¿Me esperas?, voy a lavarme las manos.

– Está bien, pero no tardes.

Regrese al cabo de cinco minutos y él ya había vuelto a ponerse el pantalón de la pijama.

– ¿Cómo te sientes? –pregunto sonriente.

– Relajado.

– Me encanta haber contribuido con eso –se puso serio y suspiro.- Ni, no quiero arruinar el momento pero necesito saber algo que me está quemando... ¿ya terminaste con él? –añadió.

– Sí, descubrí que andaba con otro, curioso, ¿no?, ambos vivíamos en una mentira.

– Lo sabía, por eso no quería que te tocara.

– ¿Qué dijiste?, ¿tú sabías que Chris tenía un amante? –exclamé más que sorprendido-. ¿Cómo lo supiste? –agregué molesto.

– Un día lo vi en un restaurante, pero él no se dio cuenta.

– ¿Por qué no me lo dijiste cuando te lo pregunté?

– Porque no sabía si ibas a creerme, no quería parecer intrigante.

– ¿Qué clase de excusa es esa? –dije exasperado.- Yo pensando que no querías que me tocara porque estabas celoso y resulta que sólo era porque sabías que se estaba acostando con otro.

– Por supuesto que estaba celoso y mucho más sabiendo lo que él te ocultaba.

– ¿Mira quién habla de ocultar cosas?, primero lo del auto y ahora esto, ¿cómo me pides que confié en ti si haces cosas que no son para ganarse mi confianza?, ¿en qué más me has mentido?, aparte de esto y de decirme que te irías a un viaje de negocios cuando en realidad te fuiste a descansar a Las Vegas, ¿en serio Ariadna es sólo tu amiga?, ¿o es igual de buena para mentir que tú?, ¿qué clase de relación retorcida mantienen?

Mi Ardiente Tentación ~Niam Hayne ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora