– No... lo siento, un... un compromiso previo –no podía cancelarle a mi novio, debía estar ya afuera esperándome y no tenía ningún pretexto que ponerle, sería exponerme demasiado a que se enterara de la verdad.
– Entiendo –exclamó serio.
– ¿Podría ser mañana? –pregunté con pánico.
– Quizá... buenas tardes.
Colgó sin que yo pudiera decir más, me golpeé en la frente con el celular, era la primera vez que él me llamaba y yo no estaba disponible, aunque después vinieron a mi mente las palabras que Gemma me había dicho el sábado cuando Andre fue al baño, "que no sepa que te tiene en sus manos, date a desear y no siempre estés disponible para él", claro que ignoraba que era yo quien lo llamaba, así que suspiré mientras caminaba al ascensor, después de todo Gemma tenía razón.En el trayecto hacía el estadio no hablamos mucho, a Chris le sonaba frecuentemente el celular por cuestiones de trabajo y yo iba cruzado de brazos pensando en lo que podría estar haciendo en ese momento en lugar de estar atrapado en ese auto, suspiré y miré por fuera de la ventanilla hacia el cielo.
Llegamos al estadio y después de estacionar el auto caminamos a nuestros lugares, era un palco privado y me dio una perspectiva completamente diferente de lo que era asistir a presenciar un partido en vivo.
Había una mesa larga con botellas de sodas, jugos y una enorme hielera atestada de cervezas, un par de meseros nos llevaron a nuestro lugar, Chris saludó y me presentó a las personas que ya había ahí.
Nos ofrecieron de tomar y, aunque no me gustaba mucho, pedí una cerveza y Chris un whisky en las rocas, tomamos nuestros lugares y el partido dio inicio.
– Impresionante, ¿verdad? –me dijo él muy orgulloso.– Sí, la verdad es que sí, ¿quién te consiguió los pases?
– Chris, que bueno que sí pudiste venir, viejo –se escuchó una voz familiar que me hizo quedarme congelado en el asiento sin voltear.
– No podía desaprovechar la oportunidad –respondió mientras se ponía de pie y lo abrazaba fraternalmente–. Mira, te quiero presentar a mi novio, amor.
Levanté la cara lentamente, quizá podía tratarse de un juego de mi mente como la vez anterior, pasé saliva y al girar mi cuello completamente hacia la derecha mis ojos se toparon con su mirada avellana, el desconocido estaba ahí, justo ahí, parado al lado de mi novio con su gran sonrisa en el rostro y yo sentí que todo me daba vueltas.
Chris me extendió la mano y gracias a eso pude ponerme de pie torpemente.
– Cariño, te presento a Liam Payne, uno de los inversionistas más jóvenes y exitosos del país –su mirada estaba clavada en mí sin inmutarse en lo absoluto–. Él es Niall Horan, hermoso, inteligente y talentosísimo hombre del mundo de la publicidad y, lo mejor, es el dueño de mis quincenas –bromeó Chris mientras me abrazaba sosteniéndome de un hombro y yo me sentía desfallecer.– Mucho gusto – dijo en tono neutral y me extendió la mano.
Pero, yo no quería estrechársela, ya conocía los efectos en mí cuando me tocaba, aunque esta situación era completamente diferente, pero no quería arriesgarme, ni siquiera podía hablar por el enorme estado de shock en el que me encontraba, sentía mis rodillas temblar y un trasudor recorrer mi cuerpo, si no fuera porque tenía a Chris sujetándome de la cintura ya me hubiera desvanecido.
No entendía como él podía estar como si nada, como si en verdad fuera la primera vez que me veía en su vida, deseé tener la misma fortaleza o desfachatez, no sabía cómo calificar su actitud.
Tomé un fuerte respiro y apreté con la mano a Chris, casi enterrándole las uñas.
– Igualmente –respondí estrechándole la mano, pero la retiré con rapidez.
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Mi Ardiente Tentación ~Niam Hayne ~
FanfictionTres simples reglas a seguir: #1 No nombres. #2 No preguntas personales. #3 No lazos afectivos. Son las indicaciones que el desconocido da a Niall en su primer encuentro, pero ¿Para ambos será igual de simple seguirlas al pie de la letra? La autora...