Capitulo 20

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– Haré de cuenta que no vi nada –dijo Ariadna pasando al lado de la mesa, cubriendo sus ojos con una mano a la altura de las cejas.

– Ari –exclamó Liam, pero se cayó, supongo que buscando que decirle.

– Ahórrate las palabras, sabes que no es necesario.

– No quiero que pienses que soy de lo peor –dije muerto de la vergüenza por la incómoda situación y además, aún no tenía claro qué relación hay entre ellos.

– Tranquilo Ni, jamás pensaría eso de ti, yo no soy nadie para juzgarlos, además, es muy evidente la atracción que hay entre ustedes, me di cuenta desde el primer día.

– ¿Y eso no te molesta? –pregunté asombrado.

– ¿Por qué habría de molestarme?, espera, no me digas que piensas que entre Liam y yo hay algo más, Leeyum, ¿no le has dicho que sólo somos amigos tú y yo? –exclamó de lo más divertida, riéndose.

– Sí, pero no me creyó.

– Es que por la forma en que se tratan cualquiera pensaría que son novios.

– Nos conocemos de toda la vida, Niall, el "baby" es como un hermano más para mí, bueno, me voy a dormir, lamento haberlos interrumpido, pero mejor que haya sido yo, y no te preocupes Ni, repito yo no vi nada, buenas noches –tomó el vaso de agua que se había servido y salió de la cocina sonriéndonos en complicidad.


– ¡Qué vergüenza!, no podré volver a mirarla a los ojos.

– Tranquilo, Ari es muy alivianada, además no es la primera vez que me pilla en una situación comprometedora –Lo fulminé con la mirada-. No me veas así, no te conocía.

– Será mejor que me vista y suba a mi habitación, no quiero ni imaginar que habría pasado si no hubiera sido ella la que nos vio.

– Quizá hubiera sido lo mejor para que de una vez por todas Chris te deje en paz.

– No Liam, así no, no quiero herirlo de esa manera, además como quedaría mi reputación, también nos conocemos de toda la vida y mi papá lo adora.

– Viéndolo así, tienes razón, pero no quiero que duermas con él, vamos a mi habitación, por favor.

– No cariño, te dije que no era bueno tentar a la suerte y ve, Ariadna nos pilló, así que mejor ya no nos la juguemos de nuevo.

– Está bien, pero, prométeme algo –me tomó de las manos-. Vas a terminar con él lo antes posible, cuando regrese de Europa ya no quiero que sea tu novio.

– Lo haré, te lo prometo, en cuanto regresemos buscaré la forma de terminar con la relación –me solté para acariciarle las mejillas y luego le di un pequeño beso.

Me levanté de la mesa y me vestí, él se colocó su camisa y después me abrazó fuertemente.


– Te voy a extrañar mucho Ni–susurró en mi oído.

– Yo también a ti, voy a estar contando los días para volver a verte.

– Y yo las horas –dijo y me besó nuevamente y luego volvió a abrazarme.


Al día siguiente, nos despedimos en el aeropuerto, ellos iban para Nueva York y sentí un gran hueco en el pecho, sólo pudimos darnos la mano, que Liam me acarició suavemente y un beso en la mejilla, me sonrió cuando me soltó. Ariadna me abrazó con fuerza y calidez, me dio otra sonrisa de complicidad y luego se despidió de Chris.

Me dormí durante el vuelo ya que en la noche no había podido hacerlo, habían sido demasiadas las emociones de todo el fin de semana, sobre todo el descubrir que para Liam yo no era uno más en su cama, que al parecer sentía lo mismo que yo, no sé si con la misma intensidad, pero estaba seguro que no era sólo sexo y para él tampoco, que ambos habíamos roto por completo la tercera regla y eso llenaba de gozo mi corazón, aunque no sabía cómo sobreviviría este tiempo sin verlo.

Chris me llevó a mi departamento y luego se fue en el mismo taxi, claro tenía que ir a ver a su hermana, la verdad me tenía muy sin cuidado adónde iba en realidad, estaba decidido a terminar con él, sólo tenía que buscar la oportunidad para tratar de lastimarlo lo menos posible y lo primero, que tuviera tiempo para verme.

A la mañana siguiente llegué a la oficina y Adam de inmediato entró tras de mí.

– Hola Ni, te ves genial esta mañana, ya veo que el viaje a Las Vegas estuvo fenomenal.

– Sí, estuvo bien –dije extrañado, no recordaba haberle dicho que iba a Las Vegas.

– Me da mucho gusto, eso era justamente lo que les faltaba.

– Sí, justamente, ¿qué novedades hubo?

– Como siempre de responsable, yo no tendría ganas de trabajar después de unas maravillosas vacaciones como las que pasaste.

– La vida es un equilibrio-respondí sonriendo al acordarme de Liam.


Era miércoles por la tarde y no había tenido noticias de él, lo cual me tenía muy nervioso, ¿y si no estaba en un viaje de negocios?, ¿y si todo lo que me había dicho era mentira con tal de seguir acostándose conmigo?, ¿la secta esa sólo existiría en Estados Unidos o también en Europa?, Mi corazón se oprimió ante la idea, no podía imaginármelo en los brazos de otro. Fui devuelta a la realidad cuando tocaron la puerta, levanté la vista y era un chico con un paquete, lo hice pasar, me lo entregó y firmé un par de hojas de recibido.

Curioso, lo abrí, no traía remitente, me encontré con un estuche cuadrado y lo abrí, era un hermoso reloj. Tomé la nota del interior y ansioso la leí.


"¡¡¡Feliz cumpleaños cariño, Niall!!!
Sé que el regalo llega retrasado, pero ignoraba que el día que nos conocimos era esa fecha tan especial y ahora que lo sé no quise que pasara desapercibido. Espero que te guste. Sigo contando las horas que faltan para volver a vernos, creo que son como mil, te mando muchos besos, repártelos en tu cuerpo como quieras.
Tuyo, Liam Payne"

Una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro, jamás me imaginé semejante sorpresa y sus palabras me arrancaron una risita, eran las mezclas exactas de él, tiernas, pero con un toque de sensualidad, eso era lo que más me gustaba de él, esa combinación de ternura y sexualidad, simplemente lo hacía irresistible y me hacía enloquecer.


Al día siguiente al abrir mi correo electrónico del trabajo, sorpresivamente, me encontré con un e-mail suyo y mi corazón latió a toda prisa, el asunto decía Hola lindo Niall y lo abrí inmediatamente.

"Seguro pensaste que ya me había olvidado de ti y que todo lo que te dije eran mentiras, pero déjame aclararte que te equivocaste, en primera, quería que tu regalo fuera una sorpresa, ¿te gusto?, y en segunda, tuve que escribirle varios mails a Hazza antes de que me diera tu correo porque no podía creer que no lo tuviera.
Pero, ahora ya no te podrás librar de mí porque diario te estaré enviando al menos uno y ojala que podamos chatear, ¿tienes webcam en casa?
Te extraño y te mando muchos besos.
Tuyo, Liam"

Sonreí ante sus afirmaciones, ¿acaso podía leer mi mente?, ¿cómo sabía que exactamente eso era lo que estaba pensando?, sonreí y le respondí.


"¿Cómo puedes creer que pensara esas cosas de ti?, con todo el tiempo que tenemos de conocernos, déjame aclararte que he tenido demasiado trabajo como para pensar en cierta personita que, al parecer, se cree el centro del universo.
Es mentira cariño, te extraño muchísimo y todo el día pienso en ti, tu regalo me encantó, esa parte de mi cuerpo también te añora.

¿Por qué la pregunta de la webcam?

Yo también te extraño mucho y te mando el doble de besos.

Tuyo, Niall"



Era viernes por la tarde, después de salir de la oficina me dirigí al centro comercial, dada la insistencia de Liam de querer verme porque no se conformaba con las fotografías que le había mandado, iba comprarme una webcam y aprovecharía para ver los trajes a ver si encontraba uno adecuado para la boda de Hazza. Salí de la tienda de tecnologia y fui recorriendo las tiendas de ropa, pero no encontraba algo propio para la playa. Decidí subir al siguiente piso y tomé las escaleras eléctricas, al llegar arriba me detuve en una tienda de zapatos, también debía comprarme unos.

De pronto, escuché una voz infantil que gritó mi nombre, volteé y era Edward que corría a mi encuentro sosteniendo en una de sus manitas un oso que me resultó muy familiar...

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imaginemos que es un oso en la imagen...

siento no haber continuado hace tiempo :(

Mi Ardiente Tentación ~Niam Hayne ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora