El corazón de un asesino Cato y Clove

Inolvidable

ADVERTENCIA; El capitulo contiene un poco Lime... si porque no lo considero Lemon XD bueno no es necesario leer esa parte si no les agrada.

Ojalá les guste, es un poco corto porque bueno... ya empiezan los juegos pero no quería dejarlos esperando tanto.

7

INOLVIDABLE

El paracaídas plateado se baja del cielo y se posa junto a Cato. ¡AGUA! Alguien le ha mandado agua... debió costar una fortuna. Cato la toma casi temblando de emoción y bebe un sorbo, sus ojos parecen volver a la vida, toma un poco más y se queda muy quieto, se hidrata de nuevo y cierra los ojos, debe descansar un poco. Toma un poco más de agua, se ve mucho mejor. Decide guardar un poco de agua en su mochila cargada de agua y se levanta, imponente, fuerte, bestial, temible, Cato. Recoge el paracaídas del suelo y saca de él una nota "¡Continua! K y L"

Kurt y Lina le han mandado agua. Cato toma la nota y la guarda en su chamarra. Toma la lanza del piso, guarda mi cuchillo bajo la manga de la chamarra y se va.

-Date por muerto... Tresh.

Sus besos comenzaron en mis labios y bajaron a mi cuello, mis manos comenzaron en su cabello y bajaron a su cara. Sus besos siguieron hasta mis hombros y mis manos acariciaron su cuello. Sus manos me despojaran de mi blusa y mis manos le arrancaron la playera.

Mis manos se movieron por su abdomen y las suyas conocieron mi espalda.

Ansiaba saber cada rincón de su cuerpo y conocer todo del mío.

Sus manos bajaron a mi pantalón y mis manos tiraron del suyo, entonces escuche su primer gruñido de placer.

Vi mi pantalón y mi ropa interior en el piso cuando arroje la suya, no note cuando me la quito, yo solo lo veía a él, a eso se reducía mi mundo en aquel momento. A Cato.

Me beso gruñendo y me hizo suya.

Éramos nosotros, él y yo, y nadie más en el mundo.

No recuerdo si grite, o si me mantuve en silencio, el recuerdo solo es vivido en mi cabeza pero es tan real que no puedo trasmitirlo con mis palabras.

Cato era mío y yo era suya.

Encaje mis dientes en su hombro y él hizo lo mismo. Marcados, así estábamos, marcados, uno le pertenecía a otro.

En un segundo el calor de mi cuerpo se volvió asfixiante y me recorrió el cuerpo, grite y me arqueé pero Cato solo gimió y movió su cadera contra mi con tal fuerza que fue incontrolable.

El calor volvió a subir por mi cuerpo y entonces me llene de él.

Así sucedió una vez... y otra... y otra, tomando nuestro tiempo para besarnos y reírnos.

Y fue hermoso, fue único, fue inolvidable.

Fue un momento mío, un momento de Cato, un momento de nosotros. Algo que nadie nunca nos podría arrebatar, ni siquiera la muerte o el Capitolio.

Toc-Toc-Toc

Abrí los ojos y escuche a Ruthy -Arriba... es hora- Sonaba tan triste que por un momento pensé que en verdad se apiadaba de nosotros.

Gire sobre mi misma y la sábana se deslizo al piso mostrando mi cuerpo desnudo. Se me ocurrió pensar que todo el departamento debió habernos escuchado. Cato aún dormía junto a mí. Mordí su oreja y susurre "te amo". Abrió sus ojos y me miro, triste, desesperanzado, indefenso y en sus ojos vi los míos... con la misma expresión.

-Te amo- me dijo.

Ruthy volvió a tocar la puerta y el alma cayó a mis pies.

Saldríamos los dos, volvería uno... o ninguno.