Risas

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RISAS

10

Se levanta pesadamente, debe ser tarde, al menos en la arena. ¿Por qué se levantó? Guarda mi cuchillo en su bolsillo, toma su lanza, se coloca las espadas en la espalda y se va caminando, es obvio, es lógico a donde va.

Cato está desesperado porque esto acabe. Va por Tresh.

Cato y Marvel sacaban todo de la Cornucopia, para ponerlo en una alta pirámide fuera de ella y justo al lado de un improvisado campamento.

Sali de la cornucopia con el sol a punto de salir y vi al chico del 3 arrodillado junto a una plataforma de salida.

-¿Cómo va eso?- le pregunté sin mucho interés, en realidad no me importaba hacerme su amiga pero no tenía ganas de levantar pesadas cajas ni moverlas y mucho menos quería comenzar a cocinar.

-Fácil, en realidad pensé que el sistema de seguridad de las bombas sería más complicado, pero es bastante sencillo. No sé porque nadie lo había intentado antes.

-¿Crees que es un buen plan?

El chico levanto los hombros indiferentemente -Cato y Marvel lo creen.

Yo me reí. Era la respuesta correcta.

-¿Estarán listas para mañana?- preguntó Marvel acercándosenos.

-Estarán listas dentro de una hora. No sería mala idea comenzar a cavar los hoyos, le di a Cato un mapa sobre donde deben ir. Así si una explota no hará una reacción en cadena.

Marvel asintió y me miró -¿Y tú que preciosa? ¿no harás nada y tu novio lo hará por ti?

-Si yo fuera tu no la molestaría mucho, Marvel, te cortara los dedos uno a uno- contestó Cato, yo reí.

-Bien... no molestó más- dijo Marvel sonriendo

-Vamos hermano, ahora hay que cavar- dijo Cato

Levante la cabeza velozmente, le había dicho "hermano" a Marvel. Y ambos habían reído en respuesta.

Creo que fue en ese momento que entendí que ¿Qué importaba? Los 4 podríamos morir en cualquier minuto, porque no tener un amigo, un hermano, un novio en los últimos momentos de nuestra vida.

Unas horas después los hoyos estaban listos y el chico del tres ¡Oh! Recuerdo su nombre, Will. Y Will ponía dentro de los hoyos las bombas que había activado y rápidamente Cato o Marvel volvían a taparlas con tierra.

Esa noche no sucedió nada interesante en la arena y cuando sonó el himno del capitolio, los cuatro teníamos una pacífica y casi elegante cena frente a una fogata.

-Marvel, dinos ¿Qué hacías en tu distrito?- preguntó Will aquella pregunta me interesó, porque en realidad sabíamos muy poco de las vidas en otros distritos.

-Bueno en realidad yo no hacía nada, solo entrenaba- seguramente la conversación fue censurada, porque las academias de entrenamiento no están permitidas por el capitolio, pero ellos las conocen y las permiten mientras no usemos nuestra fuerza en su contra -mi madre trabaja haciendo joyas y mi padre bueno él era algo así como el supervisor de calidad, ya saben, al capitolio le gusta la calidad en sus horribles vestimentas.

-¡Salud por las horribles vestimentas! - dije yo levantando mi termo de agua.

-¡Salud! - dijeron los otros 3 y los cuatro reímos con sinceridad, como amigos conversando en un campamento.

-¿Y tú, Will, que hay en tu distrito? - preguntó Marvel, probablemente más por cortesía que por interés.

-Transporte, en realidad es muy aburrido, voy... iba a una escuela donde te enseñan mecánica y cosas así, las bombas se parecen mucho a los mecanismos que usan los camiones de los agentes de la paz, ya saben, disparar a un solo blanco sin dañar lo demás, bueno algo así son las bombas, estallar sin activar las otras.

El corazón de un asesino Cato y CloveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora