Día Treinta y cuatro
Estoy tan hambriento, pero en estos momentos no puedo pensar en la comida. Los chicos intentan hacerme comer, pero yo no la acepto. Y perdí de peso en los últimos días. Un montón. Todo el mundo se da cuenta ahora, y es realmente difícil de esconder.
También me desmayé en el estudio hoy, y ahora la gente se ha empezado a preocupar por mí. Sin embargo, yo estoy bien. Solo no tengo hambre.