Capítulo 7: Asuka, una madre de película

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Flotando en medio de la piscina, contemplaba bajo mis gafas de sol como las gotas de agua resbalan por el vaso que sostengo en mi mano izquierda.

En un borde hay una rodaja de limón (seguramente para adornar la bebida). Sin embargo, dentro solo hay dos cubos de hielo... únicamente hielo.

"¡Cielo...! ¿Podrías servirme un poco más?"

"¡Ya voy...!"

A lo lejos, la esbelta silueta de una joven de cabello largo se acercaba corriendo por la orilla.

A medida que sus pies descalzos avanzaban, podía divisar cada vez mejor su figura.

Entonces, empecé a escalar lentamente con la mirada a aquella misteriosa mujer, a la que inconscientemente llamé 'cielo'.

Sus piernas eran largas y delgadas, y su cintura bien curveada. Al llegar al busto, me encontré con los ligeros rebotes de unos pechos pequeños, cubiertos elegantemente por un sostén algo provocativo.

Ella vestía un bikini de color azul marino, su piel húmeda reflejaba los rayos del sol, y su cabello oscuro ondeaba libremente en el viento.

Luego de que yo me acercara a la orilla, ella se inclinó hacia mí, con una jarra llena de un líquido amarillo con cubos de hielo flotando en su interior.

Mientras mi vaso era llenado, contemplé absorto como sus pechos quedaban ligeramente al descubierto, enseñándome su tez blanquecina y su suavidad.

Su dulce aroma a fresas era increíblemente cautivador.

Luego de que mi vaso se llenó por completo, me dispuse a posar mis labios en el sorbete. Sin lugar a dudas se trataba de limonada, y aunque estaba algo ácida, le di las gracias por habérmela traído.

"Está deliciosa"

Ella sonrió gentilmente. Y con un tono juguetón, me dijo:

"¡Oye, cariño! ¿Por qué no nadamos un poco?"

Tras decir esto, observé como se preparaba para saltar sobre mí, así que dejé mi vaso a un lado para recibirla con los brazos abiertos.

"¡Aquí voy...!"

Luego de flexionar sus rodillas, los rayos del sol la bañaron por completo, como si estuvieran anunciando el inicio de algo majestuoso.

Una vez más, sus pechos quedaron ligeramente al descubierto. Sin embargo, en esta ocasión, no alcancé a ver bien, ya que la luz a sus espaldas me obligaba a entrecerrar los ojos.

Al saltar, sus muslos dieron un pequeño rebote.

Sus negros cabellos flotaron libremente por el aire una vez más, y su radiante sonrisa me incitaba a desearla con locura.

"¡Cieloooo...!"

"¡Ven conmigo!"

Ya estando cada vez más cerca, sus labios rosas se acercaron a los míos...

"¡Yoshirooo...!"

"¡Shimizu saaaaannn...!"

*Plashhh*

"¿Y luego que pasó...?"

"¿Hmmm...?"

Al abrir los ojos, me encontré con el rostro de Ayano a pocos centímetros del mío.

"Onii chan... no me dejes con la intriga, ¿Qué fue lo que pasó luego?"

Ayano se alejó un poco, y luego de eso, se llevó un dedo al labio inferior para enfatizar.

Watashi no koto wo wasurenaide kudasaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora