"Cielos, deberías darle más importancia a estas cosas"
"Lo siento..."
Luego de desmayarme en la sala del club, naturalmente, Furukawa sensei me ordenó regresar a casa para descansar.
Debido a mi falta de fuerza, Shimizu y Yami se ofrecieron a ayudarme.
Por dónde sea visto, esto era algo bueno ya que así podría ahorrarme riesgos innecesarios. Aunque, por otro lado, el ser regañado por Shimizu tampoco estaba dentro de mis planes.
Sin más remedio, opté por permanecer en silencio y concentrarme en seguir consciente durante el camino.
El sol ya había adoptado un tono naranja, al igual que todo lo que su luz alcanza.
La brisa era cálida y no había nadie a nuestro al rededor; tal y como debe ser una digna tarde de otoño.
Respecto a nosotros: yo iba en el medio, mientras que Shimizu y Yami caminaban a cada lado, muy pendientes de mí.
"Se supone que eres lo suficientemente mayor como para darte cuenta de qué es lo correcto. Si te sentías mal, debiste haber faltado. Así todos nos habríamos ahorrado la molestia"
¡Kghjj! «P-pues, perdón por ser una molestia»
Interrumpiendo a Shimizu, Yami intervino para defenderme:
"Bueno, bueno. Ya está bien, Fuyu chan. Yoshiro kun ya aprendió su lección"
"¡Huh! Lo consientes demasiado. Si no eres dura con él, no aprenderá nunca y volverá a cometer los mismos errores"
Luego de contestarle, Shimizu se volvió hacia mí, una vez más.
Su expresión daba más miedo de lo usual estando así de cerca.
"¡En cualquier caso, asegurate de cuidar bien de tu salud! ¡No hagas que los demás se preocupen por ti!"
Sin nada que pudiera decirle como respuesta, me limité a asentir humildemente con la cabeza.
Al llegar a casa, me desplomé sobre uno de los sillones de la sala.
Después de todo, el caminar hasta aquí me significó un esfuerzo mucho mayor del que tenía previsto. Y ahora que por fin estaba quieto, mi cuerpo comenzaba a sufrir las consecuencias.
Antes de perder toda mi fuerza, me vi en la obligación de retribuir un poco de la amabilidad que ambas habían tenido al traerme hasta aquí.
"Por favor, siéntense... prepararé un poco de té"
"Ni hablar de eso. Debes descansar. Nosotras nos encargaremos de todo"
Tras hacer esta afirmación con una voz llena de determinación, Yami tomó a Shimizu de la muñeca y se la llevó a la cocina.
Me siento mal por dejar que ellas hagan todo.
Se supone que debería ser yo quien prepare el té.
¿Qué clase de holgazán soy?
Mientras me lamentaba por mi inutilidad, cubrí mis ojos con mi antebrazo, y sentí como el ardor en los ojos se incrementaba de esa forma.
Maldición... espero que esto acabe pronto.
Debido a la combinación de la fiebre y la comodidad del sofá, fui invadido por una muy pesada sensación de sueño.
"Ouaaaghaw..."
Supongo que mientras las espero... podría...
Tan sólo por unos 5 minutos...
*Paf*
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Watashi no koto wo wasurenaide kudasai
JugendliteraturEsta es la historia Nakamura Yoshiro, un estudiante de preparatoria cuya meta es llegar convertirse algún día en un escritor profesional de novelas ligeras. A lo largo de la historia, podremos ver como el protagonista crece tanto como escritor como...