Luego de algunos segundos, comencé a sentir como si algo presionara mi pecho, dificultándome la tarea de respirar. Sin embargo, no era el peso suficiente como para causarme dolor. Por otro lado, en ese mismo momento, por alguna razón, comencé a oler algo.
No podía reconocer que era, pero... realmente olía muy bien.
Entonces, cuando el aroma se hizo más cercano, caí en cuenta de que se trataba del perfume que con el que el cabello de una mujer deja impregnado el aire al pasar por al lado de uno.
Al intentar mover mis manos, sentí algo suave... algo pequeño y muy suave.
Sin lugar a dudas, eso era lo que oprimía mi pecho. Pero antes de que siquiera pudiese decir algo, repentinamente, la voz de una mujer resonó desde el exterior.
Al abrir los ojos, una potente luz me encegueció casi por completo.
Una vez que el brillo se disipó un poco, abrí más mis ojos, e intenté descubrir de donde vino aquella voz femenina que escuché.
Una cartera de color bordo estaba no muy lejos de mí, tendida en el suelo.
Talvez sea mi imaginación, pero estaba seguro de que ya había visto antes esa cartera antes.
Al observar un poco más allá, me encontré con un par de botas, que también me eran conocidas de alguna parte...
Aún estando confundido, comencé a escalar con la mirada a la portadora de aquellas botas de mujer con el fin de descubrir quién era.
Tenía el cabello rojo y rizado, recogido por una moña, los ojos de color miel y una inconfundible expresión de horror.
Oh... ya veo...
Después de todo, sólo se trataba de Ayano...
Volví a cerrar mis ojos lentamente, y me dispuse a levantarme con gran pereza.
Sin embargo, por mucho que lo intentara, no me podía mover.
¿Qué es lo que pasa...?
En ese momento, intenté deslizar mis brazos por debajo de aquello que oprimía mi pecho.
*Boing*
"Kyah"
¡E-esa fue la voz de...!
Al abrir los ojos me encontré con el ruborizado rostro de Shimizu, a pocos centímetros del mío, y al bajar un poco más la mirada, observé como sus pechos blancos, parcialmente visibles por el desorden de su uniforme, estaban presionándose suavemente contra mí.
Eh...
¿Ehh?
"¡¿EHHH?!"
Despertándose por mi grito, Shimizu abrió los ojos desesperadamente.
"¡¿P-p-pero qué?!"
"¡T-t-tú...!"
Shimizu, con el rostro completamente rojo y a punto de llorar, incluso sin darse cuenta de la situación, me exigió:
"¡Q-quítate de encima!"
"¡¿Jah?! ¡P-pero si tu estás arriba de mí!"
Al darse cuenta de que lo que decía era cierto, pude sentir como su cuerpo se había puesto más caliente, y su rostro aun más rojizo.
Sin ser capaz de esbozar ninguna palabra, Shimizu Intentó levantarse, muy avergonzada. Pero al apoyar su mano sobre el suelo recién encerado, inevitablemente perdió la estabilidad y resbaló, cayendo una vez más sobre mí.
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Watashi no koto wo wasurenaide kudasai
Roman pour AdolescentsEsta es la historia Nakamura Yoshiro, un estudiante de preparatoria cuya meta es llegar convertirse algún día en un escritor profesional de novelas ligeras. A lo largo de la historia, podremos ver como el protagonista crece tanto como escritor como...