Watashi no koto wo wasurenaide kudasai

Capitulo 15: La angustia de Shimizu

Mientras los demás estudiantes bailaban en pareja al rededor de la fogata, yo me encontraba acostado en el césped, admirando el estrellado paisaje que sólo la noche podía ofrecerme.

El baile alrededor de una gran fogata como cierre del festival cultural es una tradición que las preparatorias suelen tener, y la nuestra no era la excepción.

Sin lugar a dudas, un gran evento para crear muchos recuerdos divertidos.

Levantando un poco la cabeza, miré de reojo hacia el baile.

En cualquier caso, para mí es imposible. No soy muy bueno para este tipo de cosas.

Además, aunque quisiera unirmeles, no tengo una pareja con la que bailar.

Suspiré.

"¿Yoshi kun...? ¿Qué estás haciendo aquí?"

Al abrir los ojos, vi el familiar rostro de Hanako.

"Oh, Hanako chan. Siéntate"

"Bien"

Acomodando su falda, Hanako se sentó junto a mí.

"Por cierto, ¿Y mi hermana menor?"

"Ah, Ayano chan dijo que tenía algo que hacer y se fue hace un rato"

"Ummm... ya veo"

"Por otro lado, Yoshi kun..."

Apartando la mirada, Hanako observó el baile de los estudiantes.

"Dime, Yoshi kun..."

"¿Sí?"

Haciendo una pausa, Hanako volteó su cabeza, haciéndome imposible ver su rostro. Y con una voz severa, pero a la vez insegura, dijo:

"¿No quieres bailar?"

Tomándome por sorpresa, ahora mi amiga de la infancia esperaba una respuesta.

Si se tratara de cualquier otra chica, este tipo de situación me resultaría realmente... incomoda. Sin embargo, Hanako es Hanako.

Talvez sea porque siempre hemos estado juntos, pero incluso con esta proposición, no era capaz de sentir nervios, ni nada por el estilo.

"Sólo no te quejes si te piso los pies por accidente"

Volviéndose hacia mí con una gran sonrisa, Hanako asintió con la cabeza.

"¡Sí!"

Con la intención de unirnos a los demás, Hanako y yo nos levantamos y nos dirigimos hacia el lugar en cuestión.

Una vez allí, ambos observamos a nuestro alrededor durante un momento.

"Bien, ya estamos aquí"

Volviéndome rápidamente hacia mi pareja, extendí mi mano derecha.

"¿Comenzamos?"

"¡Claro!"

Sin perderme de vista, Hanako posó suavemente su mano sobre la mía.

Antes de comenzar a movernos, desvié la mirada por última vez para observar los pasos de una de las parejas.

No parece ser tan difícil.

¡Bien! ¡Aquí vamos!

Acercándome un paso, coloqué mi mano izquierda en su cintura, y ella a su vez, su mano derecha sobre mi hombro.

Entonces, al son de la música, ambos comenzamos a bailar sin más.

Al cabo de algunos minutos, Hanako y yo, ya nos habíamos convertido en una pareja más del baile. Y mientras más lo hacíamos, nuestros movimientos parecían hacerse cada vez más naturales.