Watashi no koto wo wasurenaide kudasai

Capítulo 24 - Novela terminada

Cuando desperté a la mañana del día siguiente me sentí mucho mejor; y aunque aún no me había recuperado del todo, decidí asistir a la escuela, de todas formas.

Naturalmente, Ayano intentó detenerme, diciéndome que debía descansar un poco más. Aunque... en esta ocasión, sus insistencias no bastaron para detenerme.

Era una mañana algo fría, por lo que llevaba una bufanda para abrigar mi cuello.

Por otro lado, mis oídos estaban muy a gusto bajo el cabello que los cubría.

¡Jeh! Es lo bueno de tener el cabello largo.

"¡Oh! ¡Pero si es Yoshiro! ¡Buenos días!"

Izumi, quien estaba recargado sobre una pared, se aproximó hacia mí, sin quitarme los ojos de encima, y con una gran sonrisa compuesta por dientes puntiagudos.

"Buenos días, Izumi. ¿Cómo te encuentras?"

"B-bueno, de hecho... debería ser yo quién te pregunte eso a ti. Es lo natural"

"Hum... supongo que tienes razón"

"¿Y bien? ¿Cómo te encuentras, Yoshiro?"

"Estoy perfectamente bien"

"¿Estás seguro? Ayer dijiste lo mismo y terminaste desmayándote en tu club"

"¡T-te enteraste...!"

"Claro que sí. Soy el delegado, después de todo"

¡Kghjj! Izumi realmente me está dando un poco de miedo.

Siento que hasta ahora lo estuve subestimando demasiado.

Supongo que sólo tuve suerte al ser capaz de ocultarle lo del bolso, antes.

Dejándome llevar de nuevo, palmeé mi pecho, y entonces intenté sonar natural al decir:

"Ahora es diferente. Te aseguro que estoy bien. Me siento mucho mejor que ayer"

Izumi entrecerró los ojos y me observó durante algunos segundos.

"Bueno, es cierto que no te ves tan mal"

«Fewh, al parecer hará la vista gorda»

"Está bien, lo dejaré pasar por esta vez. Aunque ten presente que te estaré vigilando, y al primer signo de que te sientas mal, te enviaré de regreso a casa. ¿Lo entiendes?"

"C-claro... pierde cuidado"

"¡Tsk! Cómo si pudiera hacerlo"

—

Tal y como Izumi me advirtió por la mañana, se aseguró de seguirme a todas partes y no se despegó de mí, ni por un momento.

Incluso cuando tuve que ir al baño, durante el receso...

Le dije que estaría bien y que volvería enseguida, pero él insistió e insistió.

Incluso, corrió a comprar dos botellas de té frío y se las bebió en cuestión de segundos, sólo para usar su propia vejiga como excusa.

Para ser honesto, se me hace difícil decidir cómo debería sentirme al respecto.

Por un lado, excede los límites. Aunque por el otro, no puedo negar que esa perseverancia suya es admirable.

En cualquier caso, finalmente fui capaz de librarme de él cuando las clases terminaron.

Sé que suena un poco mal, ya que es mi amigo. Y en el fondo, estoy al tanto de que lo hace con la mejor de las intenciones. Sin embargo, llega un momento en el que se vuelve realmente agotador.