Capítulo 16: Perdón

27 2 2
                                    

"Yami está tardando de nuevo, ¿realmente sabe como manejarse sola por los pasillos de la escuela?"

"De hecho, de alguna forma, hasta se podría decir que conoce los pasillos mejor que nosotros"

Furukawa sensei, que estaba sentada con las piernas cruzadas en una silla junto a la ventana, deslizó una pierna por sobre la otra, cambiándolas de posición.

"Por otro lado... incluso Shimizu no ha llegado aún, ¿Acaso no es ella la que siempre llega antes que nadie...? Por dios..."

Desplomando su codo sobre el espaldar de la silla, la profesora cuya expresión era de frustración, hundió su mentón en la palma de su mano.

"No lo puedo creer..."

Furukawa sensei siempre había sido una mujer temperamental, y que se irrita con facilidad. Sin embargo, en esta ocasión su frustración era bastante razonable, puesto que ambos llevábamos al rededor de unos veinte minutos esperando a los dos miembros que faltaban.

En vista de la situación, me detuve con la sinopsis que estaba escribiendo, y tras cerrar la tapa de mi laptop, estiré ambos brazos hacia arriba.

"Si está de acuerdo, yo podría ir a buscarlas"

"Hmmm..."

Luego de quitarse los anteojos, ella restregó sus ojos pesadamente.

"Ah... si no es molestia, te lo encargo"

"Claro, vuelvo enseguida"

Dicho eso, me levanté de mi asiento, y salí del salón.

Una vez afuera, comencé a caminar por el pasillo mientras pensaba en hacia donde debería dirigirme.

Naturalmente, Shimizu surgió como mi primer opción.

Aunque...

"Supongo que después de todo, primero iré por Yami"

Puede que sólo sea un capricho, pero aun así, sentí la necesidad de buscar a la presidenta de nuestro club antes que a nuestra presidenta del consejo estudiantil.

"Ummm"

Si mal no recuerdo, los salones de primer año estaban en el piso de abajo.

Con esa idea en mente, me detuve frente a las escaleras que conducían al primer piso, y bajé por ellas.

Sin ningún apuro comencé a caminar por un pasillo, cuando de repente escuché unos gritos que venían de más adelante.

"¡Mirate! ¡No eres más que una maldita ciega! ¡¿Por qué te esfuerzas tanto en pintar?! ¡Ni siquiera eres capaz de ver tus propias pinturas!"

"¡Sí! ¡Ya deberías dejarlo de una buena vez!"

Tras girar en la equina pude ver a Yami, acorralada contra la pared y rodeada por dos chicas de tercer año.

Naturalmente hubiese intervenido, pero esta vez no fue necesario puesto que las dos estudiantes se fueron luego de eso.

Tras volverme hacia Yami, me acerqué hacia ella con pasos lentos.

*Tap*

Al escuchar el sonido de mis pasos, Yami volteó la cabeza hacia mi, y se quedó viéndome con una expresión de sorpresa y talvez... ¿Miedo?

"¿Te encuentras bien, Kawahoshi san?"

"Esa voz... ¿Y-yoshiro... kun...?"

"Sí, soy yo"

Watashi no koto wo wasurenaide kudasaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora