2.

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Ahora estaba en un gran problema y ese era que se estaba exitando. ¡Vamos! Cualquier Alfa lo estaría. Yuri se restregaba contra el de la manera más descarada posible. Pero su olor era puro.

—¿Eres virgen?—. Otabek lo aleja tomándolo por los hombros.

—Lo soy... Pero no te preocupes... Puedes enseñarme como te gusta hacerlo... Y yo lo haré.

El Alfa piensa que está bromeando porque en serio, no habían Omegas que se comportarán así a menos que sean prostitutas. Pero el olor del rubio estaba limpio.

—Quédate quieto—. Otabek se inclinó hasta rozar los labios de Yuri y los lamió. Yuri sintió como se le iban las fuerzas. Volvió a sostenerse del cuello contrario y dejo salir un suspiro mientras sentía la mano de Otabek dentro de su camisa acariciando su espalda.

—S-si quiera... Llevame a una maldita cama—. Susurro contra sus labios. La temperatura de su cuerpo se elevaba cada vez más y agradecía que lo había llevado lejos del salón de la fiesta. De lo contrario los demás Alfas hubieran estado detrás de el.

—¿Ya has besado antes Yuri?—. Su voz estaba ronca y era tan sensual. Su aliento contra sus labios solo lo exitaba más.

—No... Tendrás que enseñarme todo... Desde cero—. Yuri no de aparto de el—. Será como si me hicieras a tu medida...

Su respuesta le gustó. Era un Omega pervertido que aún no hacia nada relacionado con el placer carnal y si el quería entonces le enseñaría.

—Perfecto—. Dijo antes de besarlo.

Sentir sus labios tocarse era mejor de lo que pensaba. Era un beso suave. Otabek movia sus labios contra los de Yuri despacio, tomándose su tiempo, conociendolos, saboreandolos mientras sostenía su cintura.

—Abre la boca y saca un poco tu lengua—. Susurro cuando se separó un poco. Yuri estaba ido su lado Omega salió a flote y podía sentir la humedad en su ropa interior. Hizo lo que le ordenó y casi se derrite al sentir la lengua del Alfa entrar en su boca. Sus piernas perdieron la fuerza y Otabek lo sostuvo más fuerte.

Se sentía tan bien. Que sólo podía pensar ¿Por qué no lo hizo antes? ¿O quizás se sentía así porque era su destinado y lo estaba tratando con cuidado?

Intento como pudo imitar los movimientos del Alfa pero no podía. Otabek seguía moviendo y enredando su lengua con la suya, no pudo más. Sus piernas volvieron a flaquear y entonces lo sintió. Otabek había metido la mano en su pantalón mientras la otra lo sostenía de la cintura.

Ahogo un gemido al sentir la mano del Alfa en esa parte y trato de separarse pero Otabek soltó su cintura y agarró su cuello pegandolo más a el y otra vez acorralandolo contra la pared. Sintió como el cuerpo de Yuri se estremecía. Si seguía el también entraría en celo, pero no le importo. Su vista se estaba nublando y gruño cuando movió su mano hasta el trasero de Yuri y lo apretó. El Omega rompió el beso y dejo salir un gemido.

Nunca en su vida imagino que conocería a alguien tan raro como Yuri. Es decir, parecía estar loco. Nadie se le había insinuado así antes y mucho menos no sentir vergüenza al decir que quería tener sexo con el.

—Tu olor esta aumentando—. Dijo contra su cuello para después pasar su lengua por el. Yuri se estremeció y entre tantas palabras que decir sólo una retumbaba en su mente:

Muerdeme.

Otabek dejo salir un suspiro mientras pegaba su frente con la de Yuri. Seguía manoseando el trasero del Omega y los gemidos que dejaba salir lo estaban volviendo loco. Se pegó más a el y apretó su trasero con fuerza.

Omega LadrónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora