(AU) Otayuri
Cuando abrió la puerta nunca pensó que le harían tal declaración.
-¿Qué haces aquí?
-Vine para tener sexo.
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Ganador de los Otabears 2020 en la Categoría Hibridos.
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Sostenía a su pequeño Liam con bastante fuerza y mordía su labio ansioso. Unos minutos más y finalmente estará casado con su Alfa.
Todo estaba listo, los invitados habían llegado y Otabek su hermoso y sexi Alfa casi esposo lo esperaba.
Maldita sea Yuri. Tranquilízate.
—Mamá... ¿Puedes sostener a Liam y dejarme sólo un momento?
Yuuri trata de no reír ante el nerviosismo de su gatito. Solo asiente y toma al pequeño quien se queja y levanta sus manitas otra vez en dirección a su madre. Yuuri salió de la habitación para buscar a Danna quien tenía a Yulian con ella.
—Todo está bien...—. Se dijo—. Casi lo violas una vez. Han follado un montón... Otabek me ama y yo lo amo e hicimos los dos bebés más hermosos en todo el mundo.
¿Por qué demonios siento que el corazón se saldrá de mi pecho?
—Ya basta Yuri no eres así... Tu eres...
—¡BEBÉ!—. Grita Viktor abriendo la puerta de golpe. Provocando que Yuri diera un pequeño salto.
—¡No me asustes así anciano!
—Wow, mi bebé está nervioso... Sabes, aún puedes cambiar de opinión—. Dijo besando su frente—. Mis brazos y los de Yuuri siempre estarán abiertos para ti y mis nietos.
—No me molestes... Mejor dime Otabek...
—Si, te está esperando. Vine a buscarte—. Viktor extendió su mano y el rubio la tomo sin rechistar—. Estas precioso mi bebé.
—Ya cállate viejo.
Caminaron por los pasillos de la enorme casa de Danna. Sin importar los berrinches de Viktor por hacer una nos exagerada. Además Danna y sus padres de encargarían de cuidar a los mellizos ya que no podían dejarlos con los padres de Yuri... Suficiente tema un con tres bebés... Se imaginan tener a cinco juntos con menos de dos años.
Sería un infierno.
Mientras más cerca estaban más rápido latía el corazón del rubio. Volvió a morder su labio y dejó salir un gran suspiro una vez fuera.
De inmediato todas las miradas se posaron sobre el hermoso rubio y de cómo lo miraba embobado su Alfa. Sonrieron sin dejar de mirar los ojos contrarios.
Cuando llego hasta el Otabek extendió su mano y el rubio la tomo sin pestañear. Sonrieron como bobos e ignoraron los berrinches de Viktor.
Ni siquiera ponían atención a las palabras del juez pero entonces llego el momento ese momento.
El juez comenzó a hablar y Yuri sólo mordia su labio—. Otabek Altin ¿Aceptas a Yuri Nikiforov como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?
