ELSA
A la mañana siguiente Elsa se despertó antes que su hermana, cosa que raramente pasaba. Aprovechó para pasear por el castillo, cosa que no hacía sola hace mucho tiempo. Pasó por delante de los cuadros de gente que ella no conocía, pero que su institutriz había intentado enseñarle."Jack Frost está en mi imaginación" No dejada de repetirse Elsa, incapaz de creerlo.
El joven que vio no parecía imaginario, ella lo había visto patear la nieve, ella lo había visto volar, ella lo había visto ir hacia el bosque...
"¡Eso es!" Pensó antes de salir corriendo hacia el patio, sin parar a abrigarse.
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Entrar en el bosque por la mañana era realmente algo que uno debe hacer antes de morir. El Sol claro iluminaba el suelo a través de las hojas de los árboles, dándole al lugar un aspecto frío y acogedor al mismo tiempo. Elsa se dio cuenta de que los árboles comenzaban a llenarse con escarcha debido a las bajas temperaturas, el invierno estaba llegando.
Los pájaros cantaban las mismas melodías de siempre, los animales buscaban comida, apresurados por la llegada del frío. Elsa aprovechó el estar sola y empezó a jugar con su magia, creando formas con pequeños copos de nieve, se sorprendió a si misma intentando crear el rostro de su hermana, aunque sin mucho éxito. Por lo tanto decidió intentar crear una escultura de nieve de Anna, que terminó pareciendose más a una rata con problemas de obesidad.
-¿Por qué no sos como yo quiero?- le preguntó a la nieve, enojada, mientras le ordenaba desintegrarse. Una voz la sorprendió desde atrás.
-Es más difícil de lo que parece, ¿no es así?
Elsa se volteó para encontrarse al muchacho de cabello blanco del día anterior, sentado en la alta rama de un pino. Sus ojos se abrieron de par en par.
-¡El chico de pelo blanco!- Exclamó llena de emoción.
-¡WOW!- Gritó Jack mientras caía del árbol, logró estabilizarse a último momento.
-¿Está bien señor?
-¿Señor?- Jack seguía algo aturdido.
-¿Acaso no se acordaba de que estaba sobre un árbol?
-Eh... yo... sí que me acordaba, ¿por qué?...- Elsa rió porque el chico parecía cada vez más confundido.
-¿Y por qué si no se asustó tanto?- preguntó divertida
-¿Esto te divierte?- preguntó el muchacho, también riendo.- Hola, pequeña Elsa, mi nombre es Jack Frost.
-Jack Frost- repitió Elsa- ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Quería jugar con nosotras ayer, pero como no se animaba, se fue?
-¿Cómo? ¿Me viste?
-Pues claro, aunque no se bien dónde se escondía, apareció de la nada... ¡fue como magia!- dicho esto se le quedó mirando fijamente.
Elsa estaba un poco animada, en su pequeña cabeza existía la teoría de que Jack era un niño mágico, justo como ella, solo que él podía hacerse invisible y volar en vez de controlar la nieve
-Bueno... en realidad es algo así. Se podría decir que soy un espíritu.
-¿Cómo un fantasma?- lo interrumpió ahora un poco asustada.
-No, no. Aunque...podría ser...- el chico parecía entender tanto como ella de esta situación.
-¿Qué hace en los bosques de Arendelle?
-Se supone que debo traer el invierno, hacer que nieve y esas cosas.
-¿Puede hacer que nieve señor? ¿Así como hago yo?- Elsa abrió los ojos entre esperanzada y sorprendida. Nunca antes había conocido a alguien con poderes, como ella, aunque sí sabía que la magia existía en el mundo, una de las pruebas era la flor que curó a su tía de una terrible enfermedad y, por supuesto, ella misma.
-Claro- respondió el chico, lleno de arrogancia- Mira.
A continuación Jack levanto la mano, con la palma mirando hacia el cielo, de ella, salió un conejito hecho con escarcha, que empezó a saltar alrededor de Elsa, haciendo que la pequeña diera una vuelta siguiendo con cuidado al animal, sin perderlo de vista hasta que este saltó hacia arriba y se transformó en miles de copos de nieve que cayeron sobre Elsa.
-¡Guaaau!- Gritó la niña- ¡Eso fue impresionante! Enséñame a hacerlo, ¡porfis porfis porfis!- Al darse cuenta de su actitud, se recompuso y repitió- ¿Quisiera ser tan amable de enseñarme a hacer eso señor?
Jack no pudo hacer más que reír, ver a aquella niña comportarse como lo haría una reina le divirtió mucho. Haciedo una reverencia, respondió:
-Claro que sí, su majestad. Pero debe prometerme algo.
-¿Qué cosa?
-Que vas a llamarme Jack a partir de ahora y para siempre.-Dijo Jack ofreciendole la mano.
-Por supuesto.- Elsa estrechó la mano del chico con la suya, pequeñita.
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Los guardianes del invierno (Jelsa Fanfic) [Terminada]
Fanfiction¿Qué pasaría si Elsa no hubiera aprendido los secretos de sus poderes ella sola? ¿Qué tal si te dijera que tuvo un profesor con el que compartía sus poderes? Jack Frost viajaba tranquilo buscando llevar los inviernos consigo, cuando alcanza el rei...