La vida en Arendelle

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ELSA

  *Unos años después*

  Ser la reina de Arendelle era un trabajo duro. Cuando no escuchaba los problemas de  los habitantes del reino, estaba en alguna junta en el castillo u organizando bailes y reuniones  junto a Anna. Sus únicas tareas que le proporcionaban alegría eran cuando, una vez cada dos semanas más o menos, el pueblo entero se reunía en la Plaza de los Reyes, el parque principal del pueblo, esperando con ansiedad poder apreciar los deslumbrantes poderes helados de Elsa. Este era el único momento en el que ella se sentía como sí misma, libre de ser como era. Porque eso era lo que la nieve significaba para ella, libertad. 

  Aunque la gente del reino ahora conocía y aceptaba las habilidades sobrenaturales de Elsa, ella no las usaba abiertamente, a excepción de esas oportunidades especiales en la plaza donde podía desenvolverse con libertad, la mayoría del tiempo sus poderes se mantenían comprimidos, esperando ser usados cosa que la iba a volver loca en cualquier momento.

  Después de haber pasado casi toda su vida encerrada en su hogar, con miedo a sus poderes, oprimiéndolos constantemente había olvidado por completo lo que era utilizarlos por mera diversión, el haberlos usado el día de su coronación le recordó lo asombrosos que eran y lo libre que la hacían sentir. Era normal que luego de haber evocado esa sensación su cuerpo no quiera volver a comprimir su magia dentro de sí mismo otra vez.

  En este instante, Elsa se encontraba sentada en uno de los balcones del castillo, observando el paisaje. Aprovechando de esta soledad, levantó la mano y con la palma hacia arriba generó en su mano un montículo de nieve que tomó la forma del castillo que había construido en las montañas meses atrás, a continuación tocó esta maqueta con su otra mano, convirtiendo la nieve en hielo. Esta situación, inevitablemente le recordó a la persona que le había enseñado a descubrir ese truco:

  Jack Frost.

   Un escalofrío la recorrió de arriba a abajo. El chico con pelo blanco, su profesor en el arte de la nieve. ¿Qué habrá sido de él? Segura con la misma edad, o por lo menos eso era lo que él le había dicho a Elsa que sucedería. Había sido tan divertido jugar con él para la reina, haber conocido a alguien con sus poderes no tenía comparación. Recordó cómo Jack acostumbraba a usar palabras de respeto hacia ella y cuando era una niña eso la llenaba de orgullo y satisfacción, sólo ahora se daba cuenta de que lo hacía para que riera un poco.

  Cada año luego de su despedida Elsa se encontraba más melancólica y triste cuando el invierno se acerca, pues sabía que él iba a estar por ahí, congelando lagos y divirtiéndose con guerras de nieve. A veces se preguntaba si él la recordaba o si se había olvidado de ella, pero una voz casi instantáneamente le respondía "Claro que se acuerda de vos idiota, fuiste la única persona en años con la que pudo hablar y compartir sus poderes, y aún así lo echaste de tu vida y ahora está sólo" cosa que la deprimía aún más. Ella en serio esperaba con todo su corazón que Jack hubiese encontrado a alguien como ella, bueno, no exactamente como ella ya que, en su interior, Elsa también confiaba en que sólo ellos dos podían controlar la nieve, pero de todas maneras quería que Jack tuviera a alguien que pudiera ver y hablar con él. No soportaba la idea de él sólo y aburrido, cuando era la viva imagen de la diversión.

  Algunas veces creía verlo en su ventana, mirándola con preocupación cuando ella vivía encerrada y con su habitación congelada, o también le parecía vislumbrar un destello de pelo blanco en el bosque desde su balcón. Pero lo más seguro era que todo eso fuera producto de su imaginación.

  Se arrepentía de cada palabra que le había dicho cuando niña, se despertaba cada mañana de invierno con la esperanza de que él estuviera allí, apoyado en su báculo con su mirada arrogante y sonrisa de lado, tendiéndole una mano mientras dice 'Buenos días, su majestad' Mas eso nunca pasó. Sólo una vez creyó haber tenido noticias de Jack, el invierno siguiente a la muerte de sus padres encontró en su habitación una escultura de ellos hecha con hielo, uno que ella no recordaba haber convocado, pero luego llegó a la conclusión de que en su tristeza se acordaba de muy pocas cosas en realidad.

Los guardianes del invierno (Jelsa Fanfic) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora