JACK
-¡ELSA! ¿¡ELSA, DÓNDE ESTÁS!?- sus gritos desesperados se escuchaban a cientos de metros de distancia, más allá de las frías montañas y en la profunda oscuridad del denso bosque, pero no le llegaba ninguna respuesta.
Jack se había pasado el resto de la noche y parte de la mañana buscando a su novia por todas partes, cada lugar que habían visitado juntos, cada rincón en el que habían jugado, pero no obtuvo ningún resultado. Era como si hubiera desaparecido de la faz de la Tierra. El día estaba frío y el aire seco, el cielo era gris, repleto de nubes, parecía que intentaba imitar el mal humor del chico, que empeoraba cada minuto sin saber el paradero de Elsa.
-¡ELSA, POR FAVOR! ¡REGRESA!- su garganta se encontraba adolorida por tanto gritas, su voz se había vuelto ronca y débil hacía horas, pero él no se detenía.
"¿Por qué te fuiste?" pensó por enésima vez. No podía comprender la razón. "¿Acaso no confía en mí? ¿Ni en Anna? Podríamos haberla ayudado..."
¿Pero cómo iban a ayudarla? Había convertido a alguien en una escultura de hielo... hielo negro y opaco que nada se parecía a lo que solía crear cuando se divertía con él. Aunque luego de la visita a los familiares de Kristoff se sintieron esperanzados, habían eliminado todas las concluciones que Jack había sacado la noche del baile.
Los muchachos y él se habían separado mucho tiempo atrás. Hace varias horas la pareja volvió al castillo, dejando el cuerpo de Lance al cuidado del abuelo del chico, aunque, al principio, Anna se había negado a dejarlo atrás:
-Vamos, ayúdenme- exigió ella entre pausas para tomar aire, mientras intentaba levantar a Lance por su cuenta.
-Anna, ¿qué haces? No puedes llevarlo con vos al castillo, si lo ven...- había intentado detenerla el chico de pelo blanco.
-No podemos dejarlo así como así
-Jack tiene razón. ¿Qué les dirás si lo ven? ¿"Mi hermana lo congeló"? Eso no va a ayudar en nada.
-Pero todos deben estar preocupados, Rapunzel, Eugene, todos sus amigos. Los demás embajadores se darán cuenta de su ausencia. ¿Qué haremos ahí?
Todos sabían que ella tenía razón, pero la estatua congelada de Lance no le crearía nuevos amigos a Arendelle, sino todo lo contrario. Su novio parecía haber razonado de la misma manera, ya que se dispuso al otro lado de la escultura con la intención de ayudarla a levantarla.
-¿¡Acaso ninguno de ustedes está pensando en Elsa!?- Jack no podía creer lo que sus amigos estaban a punto de hacer, se sentía furioso y asqueado por la falta de consideración de ellos con la pobre chica- Todos la odiarán, ¡volverán a temerle! ¡Ella no podrá soportarlo! Ella no podrá...-dijo esto último casi en un susurro y apretando el puño con fuerza. La pareja se miró avergonzada, separándose de Lance.
"Parece que no lo hicieron"
-¿Saben qué?- preguntó cansado mientras se sacudía el pelo blanco- Hagan lo que quieran, yo iré a buscar a Elsa.
-Espera Jack- lo llamó el chico rubio cuando se volteó, preparado para salir volando- Tienes razón, lo sentimos, no estábamos pensando con claridad... Es solo que... esta situación nos supera.
-A todos Kristoff, yo tampoco sé qué hacer- dejó caer los hombros, derrotado- Pero creo que no debemos meterla en problemas.
Anna, que había estado callada el último tiempo mirando el suelo cubierto de nieve, levantó la cabeza emocionada.
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Los guardianes del invierno (Jelsa Fanfic) [Terminada]
Fanfiction¿Qué pasaría si Elsa no hubiera aprendido los secretos de sus poderes ella sola? ¿Qué tal si te dijera que tuvo un profesor con el que compartía sus poderes? Jack Frost viajaba tranquilo buscando llevar los inviernos consigo, cuando alcanza el rei...