ELSA
Habían paso horas y Elsa aún no podía conciliar el sueño. No podía creer lo que había hecho momentos atrás.
"Lo besé" se repetía una y otra vez en su cabeza. "Lo besé, lo besé"
Ni siquiera ella podía creérselo. Había besado a Jack Frost, al muchacho de pelo blanco que había conocido hace tantos años cuando era una niña, que se había convertido no sólo en su profesor, sino que también en su amigo. Ella no se había dado cuenta de cuánto deseaba hacerlo hasta que él le dijo que iba a marcharse, en ese instante sintió a su corazón marchitarse como una pasa de uva, dolido por el hecho de que el muchacho desapareciera otra vez por lo que se dio cuenta de que no sólo quería que se quedase, sino que necesitaba que lo hiciera.
"¿Hice bien?" se preguntaba de vez en cuando, cuando se acordaba de que Jack parecía tener unos 17 años, cuando ella unos 21, para responderse siempre de la misma manera : "Qué más da, el vivió como 100 años"
No podía dejar de dar vueltas en la cama, eufórica, enredándose en las sábanas. De repente, sintió la nariz mojada, al abrir los ojos se sorprendió al encontrarse con una pequeña nevada encima de ella. Se extrañó, nunca antes su poder había escapado por otra cosa que no fuera miedo, sí lo había utilizado por diversión, Olaf y el castillo en la montaña eran las pruebas de aquello, pero ¿que su poder fluya en contra de su voluntad porque estaba feliz? Eso sí que era algo nuevo. Sonrió por ello, sonrió por todo. Nadie podría arruinar su humor.
Faltaban pocas horas para el amanecer cuando por fin se durmió. Los sueños la rodearon como las abejas a la miel:
Arendelle estaba rodeado de barcos de guerra. Cientos de naves disparando con todo lo que tenían a unos pocos que intentaban defender el reino, que estaban perdiendo terreno poco a poco.
¡BUM! Un navío aliado se hundió.
Fuego, gritos, sangre y destrucción. Podía escuchar los aclames de los enemigos al ver que ganaban el asedio. Elsa intentó detenerlos con sus poderes, sin resultados. Al mirar, se dio cuenta de que su cuerpo no estaba. Asustada e impotente, miró hacia todas las direcciones, sin detenerse más que unos segundos, buscando algo, sin saber bien qué cosa.
"¿Qué quieren?" se preguntó, si no fuera sólo un espíritu en el aire, sus ojos se empañarían por las lágrimas. "¿Por qué hacen esto?"
¡BUM! Otro barco defensor de Arendelle cayó. Las naves enemigas seguían avanzando, pronto llegarían a la distancia necesaria para atacar el castillo. Más gritos, de victoria y muerte, ambos se juntaban en el gran concierto de la guerra.
"¡NO! ¡ALTO!" Elsa gritaba, pero nadie la escuchaba. No podía hacer nada. La desesperación se estaba apoderando de ella. "¡POR FAVOR! ¡SE LOS SUPLICO! ¡HARÉ LO QUE QUIERAN!"
Los barcos se detuvieron.
"¿Qué pasa? ¿Me habrán escuchado?"
No podía estar más lejos de la verdad. Al mirar con atención se dio cuenta de que el mar se había congelado, poco a poco, los barcos enemigos comenzaron a llenarse de hielo. Una figura pasó volando junto a ella, una mujer con el pelo rubio platinado y un vestido hecho de hielo celeste...
"¡Pero si soy yo!" Ahora Elsa estaba más que confundida, podía ver a su cuerpo flotar entre los barcos lanzando rayos de hielo arruinando las armas. ¿Qué hacía volando? ¿Por qué llegaba tan tarde?
Intentó perseguir a su cuerpo pero el sueño había cambiado
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Los guardianes del invierno (Jelsa Fanfic) [Terminada]
Fanfiction¿Qué pasaría si Elsa no hubiera aprendido los secretos de sus poderes ella sola? ¿Qué tal si te dijera que tuvo un profesor con el que compartía sus poderes? Jack Frost viajaba tranquilo buscando llevar los inviernos consigo, cuando alcanza el rei...