"Kim Jinhwan y Koo Junhoe eran antítesis en toda su perfección."
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|"Koo JunHoe recibe ScreenShots de un anónimo que lo transportan a su pasado, siendo una tortura psicológica recordar aquel romance homosexual vivido con...
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Mi rostro ardía por el calor que envolvía todo mi cuerpo, me encontraba en el punto medio entre dormido y despierto inhalando el sutil perfume que se colaba en cada respiración. Mi mano sudaba, envuelta alrededor de su tersa piel. No quería abrir los ojos, no quería lidiar con el despertar que siempre traía consigo la cobardía.
El sonido de la lluvia había cesado, siendo reemplazado por sutiles murmullos en el pasillo, pasos aquí, pasos allá, todo como si el tiempo jugara una carrera en contra de mis deseos por detenerlo.
Deslicé mi mano en una suave caricia al deshacer nuestros dedos entrelazados, su aliento contra mi nuca sincronizado con su profunda respiración en un compás constante me estremecía.
– ¡Tú no te metas! –. El grito se oyó potente, pude reconocer las voces de inmediato.
Quien había gritado fue JiWon, la voz interviniente en la discusión era la de YunHyeong.
– Oigan chicos, ¡basta! –. HanBin al parecer intentaba calmar la atmósfera.
Un fuerte portazo provocó que finalmente el chico durmiendo a mi lado despertara, dio un pequeño respingo, al parecer asustado por el reciente alboroto.
Volteé aún con uno de sus brazos encima de mí, quedando así de frente, sus ojos se encontraban completamente abiertos y por un momento nos perdimos en el otro. Sus miradas eran como la gravedad, él la Tierra y sus labios el suelo, sólo así podía describir aquella atracción. Su efecto sobre mí desapareció cuando desvió la mirada y se levantó de inmediato, corrió con los pies descalzos hasta la puerta y la fría temperatura del exterior se mezcló con la de la habitación en segundos.
– ¡Yah! – se entrometió en la pelea, sonaba muy agitado, me levanté velozmente y me aproximé a la puerta que se encontraba abierta – ¡Suéltalo! ¡Bobby detent...!
De repente todo quedó en una especie de Mute para mí, JinHwan, quien se había puesto en medio de ambos terminó cayendo sobre una de las mesitas de vidrio que decoraban la sala, aún con el cristal esparcido por todos lados no me importó ir con los pies descalzos hasta él.
Con cuidado lo ayudé a levantarse, JiWon fue el primero en acercarse a nosotros.
– Hyung yo...
– ¡¿Qué demonios les pasa a todos ustedes!? –. Terminé por alterarme.
– Estoy bien –. Aseguró JinHwan pacíficamente colocando una mano sobre mi hombro derecho, pero no me bastó.
Tomé su mentón forzándolo a mirarme, puede que haya sido un poco tosco, moví su rostro de un lado a otro examinando su perfil y su cuello; apenas lo solté, me separé lo suficiente para tomar sus manos y mirarlas minuciosamente; luego me incliné obligándolo a que levantara cada pie con sus manos en mis hombros para mantener el equilibrio.
