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   Una ligera capa de diminutas gotas adornaba el vidrio del auto aparcado cerca de la estación de policía. Junto a él el árbol sacudía sus ramas por la ligera corriente de viento cuyo curso se desestabilizaba al chocar contra los frondosos racimos y las gotas atascadas en las hojas caían haciendo resonar el impacto sobre la chapa oscura del techo del rodado.

   El cepo fue removido luego de que pagara la infracción. Con el ticket comprobante en mano y la mirada fija en la nada rememoré la familiar figura de Jung Chanwoo de espaldas caminando entre la multitud hacía unas horas, antes de mi pequeño problema con las autoridades.

  La confusión se apoderaba de mi exhausta mente, producto del conjunto de noches en vela y horas extras de trabajo. Aunque aún funcionaba lo suficientemente bien como para intentar, de nuevo, armar el rompecabezas de mis recientes desvariaciones.

  Primero, veía claramente a Song Donghyuk; y luego, a Jung Chanwoo. Pareciese como si los fantasmas del pasado se pusieran de acuerdo para perseguirme, podían estar intentando volverme loco.

   Yunhyeong-hyung había asegurado haber visto a su ex amante, pero no le había dado importancia al asunto.

  La cabeza me dolía y se sentía como si estuviese retumbando un tambor dentro, una vorágine de emociones negativas se arremolinaban dentro de mi pecho justo en ese momento.

  Había denunciado los mensajes, pero el oficial no me tomó en serio, la desaparición y posterior presunción de muerte de Kim Jinhwan había sido noticia nacional.

- Tal vez sea broma de algún amigo -. Alegó el oficial.

   Song Yunhyeong era el único amigo que me quedaba y él jamás bromearía con algo como eso, el simple hecho de pensar en el pasado podía ser incluso más doloroso para él que para mí. Después de todo, su pérdida fue mucho más grande.

  Aunque no había noticias de Kim Jiwon, estaba seguro de que, si seguía con vida, tampoco podría haber superado aquel infierno. Y mucho menos, bromear con algo como eso.

   Me encerré en el auto y conduje discretamente evitando encontrarme con los rostros de los transeúntes, temiendo volver a alucinar con fantasmas.

   Mi celular sonó, últimamente, cada vez que aquel aparato emitía sonido alguno, mi pulso se aceleraba de inmediato.

   Mi profesión me impedía cambiar de número o apagarlo, las emergencias podían surgir en cualquier momento.

  [Llamada entrante de Song Yunhyeong]

   Colocándome el micrófono inalámbrico contesté.

- ¿Estás bien? -. Fue lo primero que oí, no podía mentirle, si llamaba por estar preocupado era porque ya sabía que yo no me encontraba bien.

- Hyung... -. Mi vista se tornó borrosa con sólo oír cuan lamentable sonaba mi voz, no podía soportarlo más.

Percepción erranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora